Los mercados están siguiendo muy atentamente el devenir de los acontecimientos en Ucrania. Las fuerzas armadas rusas están en suelo de Crimea y Ucrania necesita urgentemente ayuda económica, pero Rusia retiene el dinero en efectivo. Aún así, salvo que este tema vaya a peor y se complique en exceso, lo que ahora mismo tienen en el punto de mira los mercados es la inflación, la última sorpresa agradable y la reacción del BCE.
La semana pasada escribí en EXPANSIÓN que la inflación en la eurozona es una de las principales preocupaciones del BCE, ya que supone una amenaza para la recuperación económica, encontrándose en niveles muy alejados del objetivo del 2% y que Mario Draghi ya dejó sobre la mesa que intervendrían si se apreciase un deterioro de las perspectivas de inflación o restricciones en los mercados, por lo que todas las miradas se vuelven al 6 de marzo, próxima cita del BCE, donde la entidad podría anunciar nuevos estímulos para consolidar la recuperación de la eurozona.
Pero hemos asistido a una buena noticia, la inflación en la zona euro se ha mantenido estable entorno al 0,8% por tercer mes consecutivo, cuando se esperaba un descenso al 0,7%. Este hecho conlleva dos hechos:
- Elimina un poco la presión que tenía (y sigue teniendo) el BCE en lo referente a tener que adoptar inminentes medidas para luchar contra la presión deflacionista que sobrevolaba sobre la eurozona.
- Los mercados de deuda de los países periféricos se han visto favorecidos, por ejemplo el bono español a 5 años, que bajó a su nivel más bajo y marcando mínimos por debajo del 2%.
El 6 de marzo se reúne el BCE. Ahora se entienden las palabras de Mario Draghi cuando la pasada semana comentó que esa cita podría ser clave a la hora de determinar si la entidad implementaba nuevos estímulos para afianzar la recuperación de la zona euro, ya que para esa fecha ya tendrían la información completa que necesitan para decidir si actuar o no. Pues bien, la última referencia sobre la inflación otorga un balón de oxígeno al BCE, le permite ganar tiempo, de manera que seguramente no adopten nuevas medidas.
Este es el principal motivo por el cual los últimos días ha bajado la renta variable y ha subido el euro, ya que el último dato de la inflación aleja la posibilidad de aplicar un programa QE (que hubiese sido bien recibido por la renta variable y mal recibido por el euro).
En lo referente a la economía de la UE, el desempleo se mantiene en el 12%, el indicador de confianza de los empresarios alemanes vuelve a repuntar en febrero ( la lectura es mejor de lo que esperaba el mercado, además, también ha mejorado la valoración de los empresarios alemanes) y se espera un crecimiento del PIB germano que ayude a seguir tirando de Europa. En definitiva, la economía europea sigue expandiéndose a buen ritmo, confirmándolo el PMI. El PIB creció un 0,5 %, por encima de las expectativas del mercado de un alza del 0,4 %.