El conflicto entre Ucrania y Rusia podría implicar que en el medio plazo se varíe la actual política energética en Europa, máxime si el tema se prolonga en el tiempo. Tengan en cuenta que Rusia es el segundo mayor productor de gas natural (el 80% del gas ruso que se destina a Europa pasa por Ucrania) y el tercer productor de combustible líquido del mundo, suministrando buena parte a Europa a través de Ucrania. Este es el motivo por el que los inversores temen que se vea afectado el suministro de gas y petróleo al Viejo Continente (respecto al gas se verían afectados 200 millones de personas, España al margen porque compra al norte de África y nuestro interés está en Argelia de donde viene el 40%). El 30% del gas que la UE importa es de Rusia y llega a 15 países a través de tres grandes gaseoductos.
Pero tras unos días de temores e inquietudes, las aguas están volviendo poco a poco a su cauce (aunque veremos por cuánto tiempo). Desde la UE se ha transmitido el mensaje de que el suministro está controlado y asegurado, que tras un invierno no excesivamente duro, la capacidad de almacenamiento está más que cubierta, incluso más que el pasado ejercicio, y que no hay ningún país con problemas en lo referente a la reserva de gas.
La idea a tener en cuenta en el precio del petróleo era que si se producía un recrudecimiento de las tensiones, el crudo subiría, en cambio, una suavización del conflicto haría caer el precio del oro negro. Lo que está sucediendo es un cierre de posiciones de compra por parte de los inversores ante el alejamiento del temor a una posible interrupción del suministro de materias primas energéticas. De momento, está imperando la cordura en el Este de Europa, esperemos que prevalezca también el sentido común.
Otro hecho que está contribuyendo a la caída del petróleo es el informe de inventarios del Departamento de energía.
Analizando el futuro del petróleo, decir que está funcionando muy bien el soporte del pasado mes de noviembre de 91,77$. Este nivel fue el final de las caídas iniciadas en verano y también el de las caídas iniciadas en diciembre.
El planteamiento técnico es que para swing (no intradía), hay dos niveles por arriba que podrían ser válidos para buscar cortos e intentar aprovechar sendos rebotes a la baja, concretamente en 110,30$ y en 113,88$.
De cara a largos, las posiciones pasarían por 91,50$ y en el doble pivote de 84,50-86,35$.