Rumores en el mercado sobre el probable anuncio mañana de la decisión final del Gobierno sobre la subida del impuesto sobre el consumo. Y también de las medidas fiscales, paquete de estímulo, para compensar su impacto negativo a corto plazo. En concreto, se estima que este Paquete podría alcanzar los 5 tr. JPY equivalente a una subida de 2 puntos.
Y luego estará la decisión del BOJ.
"Mejorar las expectativas de inflación para que mejore el consumo e inversión"; ¿saben quién tiene esta política de forma explícita? Claro, el BOJ. Pero, ¿conocen el número de bancos centrales que lo hacen de forma implícita? Desarrollados, naturalmente. En el resto, economías en desarrollo, vemos todo lo contrario. ¿Conclusión? Los mercados financieros y los flujos de inversión que los alimentan serán protagonistas positivos y negativos, quizás alternando este papel en un proceso ininterrumpido a corto y medio plazo.
Realmente, es el BOJ el que tiene un objetivo deliberado de inflación. El resto, partiendo de la Fed y el ECB, simplemente advierten sobre el riesgo de una inflación demasiado baja. Pero, ¿no contribuye a esta desinflación y deterioro de las expectativas de los agentes económicos mantener tipos de interés a plazo excesivamente bajos? Aún recuerdo como la subida de los tipos de interés en el mercado de deuda japonesa a finales del Q1 fue recibida de forma positiva por el BOJ. Para no mucho más tarde expresar su preocupación sobre el impacto negativo de la subida de tipos en las bolsas y en términos de generar más inestabilidad al mercado. La amenaza de intervenir en el mercado para evitarlo llevó de nuevo a la baja las rentabilidades de la deuda.
Una política monetaria expansiva sin aparente límite obliga a un mayor protagonismo de la política fiscal a medio plazo. En definitiva, si el BOJ "garantiza" inflación de activos financieros (la caída del JPY es obligada), debe ser la política fiscal la que asegure la credibilidad de las cuentas públicas a medio y largo plazo así como aplicar reformas estructurales en la economía a corto. Esta combinación de políticas, que hemos denominado como Abenomics, sigue planteando importantes deficiencias. Ya no es sólo que las reformas estructurales prometidas por el momento se hayan concretado en inversiones de infraestructuras para reparar los daños del Terremoto dos años atrás y aval público para inversiones privadas. Por lo que respecta a las medidas de ajuste fiscal, hasta el Gobernador del BOJ ha pedido que se concreten lo antes posible la prometida subida de impuestos sobre el consumo de dos fases la primera para 2014. Pero sin definirla aún, el Gobierno ya ha anunciado que "compensará" sus efectos con recortes de impuestos para las empresas. SI, definitivamente la caída del Yen es clave. Incluso en este punto, de forma reciente ha surgido en el mercado un rumor sobre cambios regulatorios para los fondos de pensiones japoneses que les permitiría aumentar la diversificación de su cartera con activos financieros de mayor riesgo en el exterior. ¿Entienden ahora la solidez del Euro? Moneda "refugio" a nivel mundial. Pero también, sinónimo de debilidad económica. Naturalmente, en este caso es el ECB el que garantiza la estabilidad del mercado europeo. Incluyendo a la moneda.
Según nuestros cálculos, la depreciación del JPY en un porcentaje del 1 % supone una subida del Nikkei superior al 2.5 %. La depreciación del JPY por otro lado es imprescindible para aumentar las expectativas de inflación, objetivo último de la política monetaria japonesa en estos momentos. ¿Cuál es el límite de todo esto? Realmente Japón es en mi opinión la mejor base de experimento sobre el éxito de las políticas monetarias excepcionalmente expansivas. Y como contrapartida, es el ejemplo a evitar en términos de política fiscal y estructural. Lamentablemente, el deterioro fiscal a medio y largo plazo en muchas economías desarrolladas nos aproxima cada vez más al ejemplo japonés en términos finanzas públicas.