Aunque la ciencia ha avanzado mucho en términos de aprendizaje y métodos de enseñanza existen 2 conceptos que no han cambiado desde los albores de la historia, y que ofrecen algo capaz de darnos una fortaleza mental inigualable. Me refiero a la “motivación y al “hábito”.
La motivación para llegar a convertirme definitivamente en un trader independiente económicamente, y por tanto hacer viable mi objetivo de ser un profesional del trading,
ha de respaldar todos los esfuerzos que estoy llevando a cabo, y los que me quedan por hacer.
Llevo tiempo siendo consistente en los pequeños rendimientos que logro, y aun notando una evolución cada vez mayor en mi comportamiento y en mi trading, sigo cometiendo errores que me han tenido estancado durante mucho tiempo, y que todavía dificultan mi objetivo final.
La motivación ha de posibilitarme una gran dedicación de horas a lograr mis propósitos, a pesar de tener un trabajo que me ocupa de 8h-15h, así como 1 tarde a la semana hasta última hora. También ha de permitirme invertir la mayor parte de esas horas en tareas relativas a reorientar mi mente al trading, en el estudio del comportamiento, a lectura de libros de psicología y de conductismo, a leer y reflexionar sobre experiencias de otros, y en definitiva, a otras cuestiones diferentes a abrir operaciones, que es lo que a todos nos suele divertir en mayor medida.
La motivación me ayuda a no solamente hacer cosas que me divierten, puesto que mi objetivo no es el de divertirme, sino lograr convertirme en un trader económicamente independiente.
Ejercicio:
He dibujado un diagrama en forma de árbol en el que a partir de la palabra MOTIVACIÓN trazo una serie de líneas que, a mi modo de ver, son las tareas que he de llevar a cabo, procesos que he de ir atravesando, y situaciones y sensaciones que tengo que vivir. De ese modo tengo un dibujo que me explica por qué hago lo que hago, y el avance en el estudio y formación que estoy llevando a cabo.
Ese es mi plan de trabajo/formación. Por lo tanto, aproximadamente un 70% del tiempo invertido lo dedico a cuestiones diferentes a abrir y cerrar operaciones, o trazar líneas de tendencia.
El hábito para el trading es algo esencial, y para una persona tan indisciplinada como yo, esencial al cuadrado. En este caso no me refiero a las rutinas que son necesarias para estar en condiciones óptimas de hacer trading (ya sea intradía o swing) sino precisamente para efectuar el proceso de grabarse los conceptos y rutinas necesarios. Por un lado hay que asimilarlos, pero por otro lado es necesario que la mente los recuerde y los haga de forma automática.
Ejemplo: el ejemplo más claro que se me ocurre es el de lavarnos los dientes después de cada comida. Por un lado está la comprensión/asimilación de que es importante tanto por salud como por estética lavarse los dientes todos los días después de cada comida. Pero si no tenemos el hábito de lavárnoslos se nos pasará por despiste, o por las prisas que solemos llevar en nuestro día a día. Sin embargo, cuando nuestros padres nos lo recuerdan a diario durante una época de nuestra niñez, y simplemente lo repetimos continuamente día tras día, llega un momento en el que nuestra mente recuerda, nada más terminar de desayunar, comer o cenar, que tenemos que lavarnos los dientes. En este caso, debido a la edad, comenzamos a tener la rutina más por la insistencia de nuestros padres que por haber comprendido/asimilado por nosotros mismos que es necesario lavárnoslos después de cada comida. Este hábito se incorpora a nosotros casi como la sensación de sueño que nos entra por las noches. Es decir, es algo natural, algo no buscado, ni que es necesario esforzarse por recordar.
Ejercicio:
Se recitar mi plan de trading de memoria. Tengo perfectamente claro que es necesario cumplirlo a rajatabla, y que todo él está basado en mi experiencia, mi observación y mi conocimiento, pero hubo una etapa de mi formación como trader en la que en ocasiones se me pasaba por alto aplicarlo. Yo iba directamente a tradear, y si el síndrome del piloto automático me atrapaba, mi plan de trading se esfumaba de mi mente. Es cierto que tenía mi plan de trading muy presente, pero dista mucho tenerlo presente que cumplirlo a diario, sin excepción.
Copiar varias veces, durante todos los días, mis normas de trading me ayudó a poder tenerlo grabado continuamente en mi mente. Se convirtió en una voz que recordaba las frases en las que éste se sostenía. Cuando me surgía una duda o iba a tomar una decisión, ahí aparecía en mi mente esa frase que me recordaba con nitidez si ese era el plan a seguir o no. Por otro lado, el tener impreso y plastificado un resumen de mi plan de trading, de forma que nada más abrir mi portátil tuviese que verlo y leerlo, me ayudó a generar la rutina de clarificarlo y revisarlo antes si quiera de abrir la plataforma.