¡Por fin se han sentado las bases por la integración financiera europea! Un Supervisor único, un Mecanismo único de resolución de crisis y un Fondo de depósitos único. ¿Qué no hay un fondo de depósitos único? . Bueno, al menos nos queda el Supervisor y el Mecanismo. ¿Qué el Mecanismo tiene grandes deficiencias en su tamaño?. Además, pese a las últimas modificaciones para lograr un acuerdo con el Parlamento, aún no se aplicará de forma inmediata, tampoco supondrá de hecho desvincular el riesgo soberano del financiero nacional y es más que discutible la racionalidad que inspirará sus decisiones. Bueno, al menos nos queda el Supervisor único. Sí, mejor no sigamos con el tema.
Es un buen ejemplo del funcionamiento de la Unión Monetaria Europea. Un acuerdo de mínimos, con enormes interrogantes a futuro que se obvian mientras la situación lo permita. Realmente, la integración actual siendo un paso adelante tengo serias dudas de que nos proteja de otra crisis de tipo sistémico como la hemos pasado. ¿O no debería hablar aún en pasado?. Pero, al menos se avanza en la dirección adecuada. O al menos es lo que se pretende oficialmente. Y esto no es nuevo: Europa siempre ha avanzado así. Normas tan necesarias como el Pacto fiscal se relativizan con el tiempo. Naturalmente, mientras las circunstancias lo permitan. La integración financiera y fiscal, la política, como objetivos a medio y largo plazo. Pero el camino para alcanzarlas puede llegar a ser muy retorcido.
Hace unas semanas un compañero me enviaba las respuestas de Soros en una entrevista centrada precisamente en el Euro. Realmente, se trataba de presentar su nuevo libro sobre los retos que tiene por delante la Unión Monetaria Europea cuya superación pasa por la integración frente a la desintegración como camino opuesto. Sin compartir muchas de sus ideas, creo que es muy interesante resaltarlas. Aquí les enumero una parte relevante de las respuestas a la entrevista en cuestión.
1. Desde el sentido inicial de la EMU (Unión de Países soberanos que sacrifican parte de esta soberanía para un bien común) se ha pasado a una relación de acreedores y deudores, realmente una prisión para estos últimos de la que no pueden escapar
2. El EUR durará tanto como la propia EU. La mejora en las condiciones financieras recientes nos ha servido para superar el riesgo que subyace en la EU
3. Nadie ha encontrado un salida clara por el momento para evitar el riesgo de deflación en la zona
4. Alemania tiene que asumir una mayor responsabilidad que el resto (y a nivel colectivo) para superar la Crisis. La tensión en Ucrania podría significar un cambio importante en la postura alemana sobre el tema, considerando su propia experiencia histórica con la Reunificación
5. Dos años atrás se inclinaba por la ruptura del EUR en dos partes: acreedores y deudores, con la moneda de los primeros apreciándose con fuerza frente a la segunda de forma que los deudores recuperarán rápidamente competitividad. Pero esto es muy difícil de implementar
Muy crítico con la posición alemana, aunque en mi opinión obvia que las autoridades alemanas han sido las primeras que han pedido públicamente avanzar en la EMU a través de cambios en los Tratados. Al final, más integración a cambio de menos soberanía nacional. Pero esto no era una solución práctica en un escenario de debilidad económica, donde el euroescepticismo crecía en parte precisamente del coste social y político de los ajustes impuestos. Un complejo círculo vicioso. Sí, quizás la tensión en Ucrania sea capaz al final de romperlo. Ya veremos.