Después de un excelente 2013, los mercados mundiales de acciones se muestran muy indecisos desde comienzo de 2014. A las caídas de enero, les siguieron un rebote en febrero y renovados descensos en marzo. El índice FT World se sitúa un 2,5% por debajo de sus máximos recientes, el Dow Jones está a un punto porcentual de los máximos históricos alcanzados a finales del año pasado y el selectivo Ibex 35 a un 4,7% de los máximos de principios de año.
Sin embargo, que los índices de Wall Street se mantengan tan cerca de máximos es un logro significativo, ya que ha tenido que afrontar los graves problemas económicos y políticos globales que tienen a sus principales socios comerciales en retirada, incluso con algunos índices emergentes ya en un mercado bajista.
Incluso en Europa, algunos índices que han llegado a marcar máximos históricos, como el DAX alemán, están mostrando signos de abandonar su postura alcista, después de marcar nuevos mínimos relativos (ver gráficos adjuntos vía Forbes).
Dado el alto nivel de valoración de las acciones de Estados Unidos, el alto nivel de participación entre los inversores, la elevada confianza de los inversores individuales, los niveles récord del margin debt, la gran cantidad de ofertas públicas de venta (OPVs), y otras condiciones que por lo general sólo se ven cerca de techos significativos de mercado, si los mercados europeos marcan un techo, sería un mal augurio para el mercado de EE.UU..
Pero por el momento, no se han perdido niveles importantes de soporte en Wall Street, ni en el corto plazo, y todavía hay que mantener una postura alcista pero con cautela.
Sin embargo, aquellos que siguen una estrategia basada en comprar barato y vender caro, no deberían asumir nuevos riesgos en los mercados de acciones.
A pesar de que los mercados desarrollados están demostrando una impresionante capacidad de recuperación, no han ido a ninguna parte durante tres meses. La creciente ola de caídas en los mercados globales está aumentando el riesgo de que no puedan seguir aguantando los cada vez mayores vientos en contra.
Fuentes: Forbes