En una entrevista concedida a 'Expansión', el Comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la Unión Europea, Olli Rehn, asegura que no habrá crecimiento económico sostenible si no se abre el grifo del crédito. Afirma que el entorno económico sigue pesando en el sector bancario y su capacidad de préstamo. "Pero vemos un escenario base de modesta y contenida recuperación en la actividad económica para este año y el siguiente", el cual "debería facilitar una gradual recuperación del crédito que al final tanto depende de la oferta como de la demanda".
Es interesante la frase de Olli Rehn: ya nadie vincula la recuperación del crédito con la recuperación económica, más bien con hacerla sostenible. El crédito no precede, mejor acompaña el desarrollo. Y la recuperación del crédito, como también dice, depende de la combinación adecuada de la oferta y la demanda. Naturalmente, él se refiere al crédito productivo. Pero, el crédito al consumo e hipotecas es igual de relevante para fortalecer la demanda. Y es que sigo pensando que hacer depender la recuperación de forma sostenida en el crecimiento de las exportaciones en un país con una tasa de desempleo del 26.2 % (fueron los datos publicados ayer por Eurostat de agosto...hoy conoceremos los datos de paro registrado de septiembre) es ciertamente un ejercicio de exceso de optimismo.
En el último Informe Mensual de septiembre el Banco de España realiza un pequeño análisis sobre la evolución del consumo y del ahorro de las familias españolas durante la Crisis... Desde el comienzo de la crisis, los hogares españoles han afrontado sus decisiones de consumo, ahorro y financiación en un entorno macroeconómico muy adverso, caracterizado por un elevado grado de incertidumbre. En este contexto, la tasa de ahorro de las familias, como porcentaje de su renta disponible, ha mostrado variaciones muy pronunciadas a lo largo de los últimos años. Así, tras seguir un patrón estable durante la mayor parte del anterior ciclo expansivo, con oscilaciones moderadas en torno al 11 % de la renta disponible, la tasa de ahorro aumentó en 7,4 puntos porcentuales (pp) entre 2008 y 2009, hasta alcanzar el 17,8 % en ese último año. Por el contrario, desde 2010 se ha producido una caída muy acusada en dicha tasa, hasta situarse en el 8,2 % de la renta disponible a finales de 2012
Fuerte aumento de la tasa de ahorro de las familias al principio de la Crisis, para precipitarse a la baja en los últimos años hasta niveles mínimos históricos. Es complicado encontrar un único factor detrás de este comportamiento del ahorro. El Banco de España destaca dos: la evolución de la renta disponible de los hogares y de la sensibilidad del consumo a los cambios en su capacidad de gasto real. ¿Hasta qué punto las familias han considerado transitoria la caída de su renta disponible? Por otro lado, es evidente que las subidas de impuestos, tasas y otros también han tenido un coste en la capacidad de gasto de las familias al final traducido en un menor ahorro para mantener "una senda de consumo estable". Naturalmente, la intensidad y no sólo la dirección, me refiero al ajuste de la renta disponible, es un factor que ha podido precipitar a la baja la tasa de ahorro.
Una circunstancia especialmente relevante a la hora de decidir el nivel de ahorro de un hogar es la presencia de deudas, cuya amortización normalmente exige destinar una cuantía predeterminada del presupuesto familiar a este concepto. Puesto que el principal canal de endeudamiento de los hogares españoles es a través del mercado hipotecario, el régimen de tenencia de la vivienda habitual (propiedad o alquiler) representa, a priori, un condicionante importante de las decisiones de ahorro y de consumo familiares. En efecto, los datos de la EPF revelan que los hogares que habitaban una vivienda de su propiedad y que tenían algún tipo de «préstamo o hipoteca en curso» aumentaron en mayor proporción
su tasa de ahorro entre 2006 y 2009, y la redujeron en menor cuantía en el período 2009-2011, que aquellos otros con vivienda en alquiler o en propiedad sin ningún tipo de préstamo o hipoteca vivos.
En estos momentos comenzamos a ver indicios de estabilidad económica. Luego veremos si finalmente se traduce en una recuperación sostenida. Por el momento es más apropiado hablar de dejar de caer, más que el inicio de una senda de crecimiento. Normalmente lo primero anticipa lo segundo, cuando en la historia hemos visto como las recuperaciones iniciales han sido más intensas de lo esperado. Pero no estoy nada seguro de que la actual siga el mismo patrón de comportamiento. Pero, de lo que sí estoy convencido es de que la mayor estabilidad económica se traducirá a efectos de las familias de una recuperación de las cifras de ahorro. Y todo esto en un ajuste obligado de la deuda, que sigue superando el 80 % del PIB y más del 115 % de la renta disponible. No, el consumo privado no será motor de la recuperación. Y las exportaciones, complicado. Es la inversión empresarial...especialmente internacional. En este punto sí puede ayudar la mejora de la financiación internacional. Pero mucho más la mejora de las perspectivas económicas a plazo, mayor transparencia y visibilidad. Lamentablemente, todo esto lleva su tiempo.