"Grecia era un grano, Portugal es un forúnculo y España es un tumor. No puedes arreglar una crisis de deuda con austeridad y más deuda".
Bill Gross (abril de 2012)
Peculiar metáfora la del señor Gross, el “rey de los bonos”, para referirse a la situación de crisis de la €urozona en la que mostraba su opinión escéptica hacia la eficacia de los recortes y el endeudamiento llevados a cabo por los países periféricos. La frase es de 2012, pónganse en situación ¿recuerdan la tormenta? Les invito a visitar la hemeroteca de ese año, el año que vivimos peligrosamente, para que no olviden ni un detalle, que la memoria es muy corta.
¿Y qué fue de ese grano? Esta semana pasada Grecia logró convencer a la troika de sus avances y sus socios europeos aprobaron el desembolso de un nuevo tramo de ayuda financiera. La cuarta entrega de ese segundo fascículo de un coleccionable llamado rescate que se otorgó a los helenos en 2012, otros 8.300 millones de euros que prestaremos a cambio de otro sinfín de medidas y ajustes, y ya van… Ya van 240.000 millones de euros.
Para bien o para mal, Grecia ya no ocupa a diario las portadas de los periódicos pero no nos engañemos, sigue siendo un grano. La economía griega sigue en recesión aunque podría decirse que ha empezado a desacelerarse su desplome. La infección parece que remite: la caída del PIB es cada vez menor, el grave desempleo -insostenible tasa del 27%- parece que ha alcanzado su cota máxima y los datos manufactureros intentan revertirse. Veremos si hay consolidación. Hay quien opina que el país heleno puede acercarse al “crecimiento cero” en los próximos trimestres.
Entonces ¿qué hay de las palabras de Gross? pues más de lo mismo, sigue el grano, el forúnculo y el tumor porque aunque queden lejos los momentos más álgidos de esta crisis de deuda tenemos muy presente su envenenada herencia: más deuda.
Es evidente que nos enfrentamos a una situación en la que no sabemos cómo pagar la deuda acumulada (si se paga, claro). Han pasado ya unos cuantos años desde que empezó la crisis y no hemos solucionado nada. Grecia (al igual que España), sigue incrementando cada trimestre su nivel de endeudamiento público. A ver si nos damos cuenta de una vez: de una crisis de deuda no se sale con más deuda, porque este problema llamado deuda es como una película de terror, sabemos que tiene que acabar mal aunque no sabemos cuándo.