Excéntrico y amigo del lujo en su ámbito privado, de la vida pública de Martin Zweig (fallecido en febrero de 2013, a la edad de 70 años) puede predicarse que fue un brillante especulador, un reputado asesor de inversiones y un sagaz analista financiero. Su fama creció al calor del libro Winning on Wall Stret, que publicó en 1986, un clásico dentro de las obras dedicadas a enseñar técnicas de inversión. Por añadidura, Zweig condujo un boletín bursátil (Zweig Forecast) que, al decir de la Hulbert Financial Digest, fue el más exitoso entre 1980 y 1995.
Dentro de las diversas técnicas expuestas en el libro Winning on Wall Stret, Zweig pasó a la fama por elaborar un sistema que empleaba el concepto de amplitud o profundidad (es decir, la cantidad de acciones que acompañan la evolución de los índices) con vistas a determinar cuándo estaba iniciándose un mercado alcista. Animado por ese afán, creó un indicador que mide el empuje alcista interno del NYSE (New York Stock Exchange).
En esencia, el indicador de Zweig desencadena una señal de compra cuando, tras haber caído en sobreventa, entra en sobrecompra en un intervalo no superior a 10 días. La idea esencial es que un cambio repentino en los datos de amplitud (pasar de sobreventa a sobrecompra en un período de tiempo tan corto) encierra el mensaje de que una campaña alcista de grandes dimensiones se halla en sus primeros compases.
Desde 1945, sólo se han registrado 16 señales de empuje alcista interno. La media de ganancia una vez desencadenada la señal ronda el 25% a los 11 meses. Lo curioso es que desde la señal ocurrida en agosto de 1984, no fue hasta marzo de 2009 cuando tuvo lugar una nueva. Ahí es nada. En realidad, la generada en 2009 no pudo ser más certera, porque anticipó el gran mercado alcista que estaba por venir. En el siguiente gráfico, he marcado con círculos la señal de empuje alcista interno que tuvo lugar en marzo de 2009. Transcurridos 11 meses, el beneficio fue del 32,64%.
Por otro lado, en el gráfico también he marcado con cuadrados una señal no genuina de empuje alcista interno, activada en marzo de 2010. Se trata de una señal no genuina porque desde que el indicador cayó en sobreventa transcurrieron más de 10 días hasta que entró en sobrecompra. A decir verdad, esta señal también anticipó una extensión de la escalada del S&P 500. Sin embargo, al no ser una señal genuina era obligado introducir otros ingredientes en el análisis para determinar si merecía la pena ponerse largo en ese momento.
La siguiente señal entró en escena en octubre de 2011. Cumplidos 11 meses, el beneficio de la señal era del 19,66%. Entretanto, en febrero y julio de 2012 se generaron sendas señales de empuje alcista interno no genuinas (marcadas con cuadrados), y ambas pudieron aprovecharse para ponerse largo con la ayuda de mis herramientas de análisis cíclico.
La última señal genuina se desencadenó en octubre de 2013. Por tanto, los 11 meses se cumplirán en septiembre de este año. Al cierre de la semana pasada, el beneficio tras la señal es del 6,28%.
En conclusión, estamos ante una herramienta técnica de primer nivel que sirve para que los especuladores con un horizonte de inversión a largo plazo adopten una posición compradora con una alta probabilidad de resultar provechosa. Por ende, esta técnica está incorporada al repertorio del que me valgo para analizar los mercados. Su excelente hoja de servicios así lo demanda.
Permanezcan atentos.