Tony Atkinson y Salvatore Morelli han publicado el “Atlas de la desigualdad económica”. A partir del mismo, he editado la gráfica dedicada a España para presentarla de forma más simple y comprensible. Aquí tienen el resultado:
Analizaremos la gráfica desde arriba hacia abajo:
- En primer lugar, vemos que las ganancias del decil de mayor renta suponen cada vez un porcentaje más bajo de los ingresos medianos.
- Fijándonos ahora en el coeficiente Gini del ingreso disponible de los hogares, vemos que los niveles de desigualdad han crecido desde el inicio de la crisis, tras la fuerte reducción vivida en la “era Aznar” (1996-2004) y la evolución “plana” de la primera legislatura de Rodríguez Zapatero (2004-2008).
- Tomando ahora el dato del número de hogares que gana menos del 60% del ingreso medio, la desigualdad se ha mantenido constante entre la segunda mitad de los años 90 y los años previos a la crisis. El aumento se habría producido desde el pinchazo de la “burbuja”.
- La penúltima línea que presentan Atkinson y Morelli analiza la cuota del ingreso total que tiene el 1% más rico. En este caso, la evolución ha sido prácticamente constante desde 1980 hasta la actualidad. Algo parecido ocurre en la quinta y última línea, dedicada ahora al 0,1% más rico. En ambos casos, la tendencia de los últimos años es de ligera caída.
Nada es Gratis también toca el tema y comparte una gráfica sobre la evolución del coeficiente Gini. Así ha sido el desempeño en Europa:
- En Reino Unido la tendencia era creciente hasta el estallido de la crisis.
- España vivió una reducción de la desigualdad en la “era Aznar”. El repunte se ha producido principalmente desde el pinchazo de la “burbuja”.
- Para Francia, la evolución era descendente hasta el estallido de la Gran Recesión.
- Alemania sí experimenta una menor desigualdad de ingreoss desde mediados de la década pasada hasta hoy.
Si nos fijamos en las rentas altas, el cuadro es el siguiente:
- En España, el 1% más acaudalado ha perdido peso relativo en la riqueza nacional desde el alo 2006.
- Francia y Gran Bretaña han experimentado una caída más brusca del ingreso relativo del 1% más rico. El caso de las islas británicas es más pronunciado, aunque la curva es similar en toda la última década.
- Para Alemania, la evolución ha sido irregular, aunque desde 2004 se registra un comportamiento alcista.
UN MAR DE DUDAS
A la luz de todo lo anterior, resulta sorprendente que muchos analistas hablen de esta cuestión de un modo simplista. En realidad, como acabamos de ver, el desempeño de España y de Europa en los diferentes indicadores comentados ha sido irregular y cambiante. No hay grandes lecciones de aplicación general, sino situaciones dispares que, lejos de generar un consenso, deberían invitarnos a nadar en un mar de dudas, en busca de explicaciones profundas, complejas y rigurosas.
A lo anterior se une la nula reflexión sobre la validez de estos indicadores. Nadie parece cuestionarse si un menor Coeficiente Gini es necesariamente un buen resultado. Países de reducido Coeficiente Gini son Dinamarca, Suecia y Noruega, pero también Bielorrusia, Afganistán o Paquistán. En la lista también vemos bien colocados a República Checa, Eslovaquia, Finlandia, Alemania… aunque igualmente nos encontramos con Egipto, Tajikistán o Iraq. En realidad, que exista un mayor igualitarismo salarial no es necesariamente positivo. El Coeficiente Gini cubano es sin duda más bajo que el de Chile… ¿significa eso que se vive mejor en la isla?
En relación con España, podemos invitar a varias reflexiones:
- Si nuestros ricos amasan un porcentaje del ingreso total mucho menor a otros países europeos, ¿por qué tantos debates sobre la desigualdad se centran en el 1%?
- Si nos preocupa que la riqueza derivada de las rentas del capital se ha estancado entre las clases medias, ¿por qué las castigamos con mayores impuestos a sus inversiones?
- Si el relato habitual sobre los años de la “burbuja” insiste en que aquel modelo era inadecuado e insostenible, ¿por qué algunos añoran los datos de “desigualdad” que se daban entonces?
- Si se suele asumir que esta cuestión es fundamental para el progreso social, ¿por qué nadie reivindica el desempeño positivo de estos indicadores durante la “era Aznar”?
- Si los políticos se preocupan tanto por las diferencias en el nivel de ingresos, ¿por qué mantienen una estructura de empleados públicos que cobra un 46% más que el sector privado?
- Si el objetivo compartido por muchas personas es el de conseguir una sociedad con amplias oportunidades de progreso, ¿por qué se analiza la riqueza como si fuese estática y no dinámica?
- Si el fascismo es una ideología indeseable, ¿por qué se le presta tanta atención al concepto de la “desigualdad de ingresos”, desarrollado principalmente por el teórico económico del fascismo, Corrado Gini?