Todos ustedes saben lo que es una hipoteca multidivisa, una hipoteca que se realiza en otra moneda con la intención de que la cuota periódica a pagar resulte menor y más barata que si se hubiese llevado a cabo en euros. Este tipo de estrategias no solo la realizaban particulares con sus créditos bancarios, sino también empresas fuertes y grandes. Claro, cuando las cosas no se hacen bien, no se analiza previamente el mercado y cada divisa, no se realiza un estudio de las cuestiones macroeconómicas, pasa lo que pasa, que el remedio resulta peor que la enfermedad.
¿Conocen la Torre Gherkin de Londres? Fue inaugurada en abril del año 2004, tiene 41 plantas y 180 metros de altura, y debido a su peculiar forma, se la conoce como Torre pepino. Pues bien, esta semana pude leer en EXPANSIÓN una noticia al respecto. La Torre Gherkin de Londres entra en concurso de acreedores, la sociedad dueña de este edificio que diseñó Norman Foster no puede hacer frente a la enorme deuda contraída. ¿El motivo? Pues que IVG Inmobilien, uno de los dos socios del Gherkin, en el año 2006, decidió pagar la compra del edificio a la aseguradora Swiss Re con un crédito en francos suizos.
Pero desde esa fecha, el franco suizo se ha apreciado más de un 60% frente a la libra esterlina, provocando que el importe de la deuda se incremente bastante más. ¿Resultado? Pues el valor de mercado de la torre es inferior a la hipoteca y tras varios meses sin alcanzarse una solución negociada, la sociedad ha entrado en concurso de acreedores.
Como pueden ver, las hipotecas multidivisa no solo han producido efectos devastadores entre familias y particulares, los grandes también han sucumbido. En este sector no se perdonan los errores y solo el trabajo bien hecho puede impedirlo.