El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, lleva una semana prometiéndonos que entre 2015 y 2016 el Partido Popular honrará sus malogrados compromisos electorales y, finalmente, bajará impuestos. En concreto, Montoro ha cifrado la rebaja fiscal en 7.600 millones de euros: un guarismo apreciable que previsiblemente hará las delicias de aquellos simpatizantes desengañados con un Ejecutivo más socialista que el de Zapatero. Un rayo de esperanza ante tanto oscurantismo fiscal: ¿acaso no terminará siendo cierto que, tal como prometió el ministro de Hacienda tras el primer rejonazo en el IRPF, “al final de la legislatura todos los contribuyentes pagarán menos impuestos que al comenzarla”?
Por supuesto, y dado el historial embustero de Montoro, la devaluada palabra del ministro no constituye un asidero de credibilidad demasiado robusto. Lo ideal sería encontrar otras referencias algo más confiables para poder contrastar obras con razones. Y, por fortuna, el propio Gobierno de Montoro ha remitido recientemente a Bruselas la Actualización del Programa de Estabilidad: 2014-2017, donde especifica con cierto detalle los movimientos tributarios que realmente planea efectuar el PP a lo largo de los próximos años.
Así, el cuadro de la página 42 del mentado documento contiene el desglose recaudatorio de las principales modificaciones tributarias practicadas desde 2012 y previstas hasta 2016. En él, efectivamente, se contempla una merma de recaudación por IRPF y Sociedades de 0,68 puntos del PIB entre 2015 y 2016: aproximadamente, los 7.600 millones de euros prometidos por Montoro.
Parecería que, por una vez, el ministro de Hacienda sí ha dicho la verdad. Mas echándole una segunda ojeada al cuadro, las dudas deberían comenzar a asaltarnos muy seriamente. Por ejemplo, es verdad que en 2015 se modificará la legislación tributaria para que el IRPF se reduzca en 0,23 puntos del PIB y el Impuesto de Sociedades en 0,06, pero es que, simultáneamente, también se reformará el IVA, los impuestos autonómicos y municipales o las cotizaciones sociales para recaudar 0,44 puntos adicionales, de manera que la prometida rebaja de impuestos en el año 2015 se quedará, en realidad, en una subida de 0,15 puntos del PIB (unos 1.600 millones de euros más).
Todavía peor: el cuadro anterior sólo refleja los efectos recaudatorios de las reformas fiscales sobre el año en el que son aprobadas. Eso no significa que sus efectos queden circunscritos a ese año, sino simplemente que el cuadro no los presenta de manera acumulativa. Por ejemplo, en el año 2012 el Gobierno modificó el IRPF con unos efectos recaudatorios estimados de 0,35 puntos del PIB; a su vez, en el año 2013 el Gobierno volvió a modificar el IPRF para recaudar, esta vez, 0,22 puntos del PIB adicionales: pero esos 0,22 puntos no eran sustitutivos de los 0,35 de 2012, sino aditivos, es decir, a finales de 2013 el IRPF recaudaba 0,57 puntos sobre el PIB más que a comienzos del 2012 como consecuencia de los rejonazos tributarios practicados por Montoro.
Con tal de arrojar algo de claridad a las cifras presentadas por el Gobierno a Bruselas, vamos a convertir el cuadro anterior en uno nuevo donde se presente el efecto acumulado con respecto a 2011 de las reformas tributarias de Montoro y de sus sosias autonómicos y municipales (para no herir sensibilidades, no incluimos como aumento de impuestos las rúbricas relativas a la lucha contra el fraude fiscal). Así, por ejemplo, la celda de IRPF del año 2015 contendrá la recaudación adicional del IRPF en el año 2015 como consecuencia de todas las reformas practicadas sobre esta figura tributaria (tanto al alza como a la baja) con respecto al año 2012.
Pues bien, una vez traducido el cuadro a unas cifras más inteligibles,el escenario que arroja es simplemente deplorable: en el año 2016, Montoro decretará una rebaja neta de impuestos de 800 millones de euros tras haberlos aumentado, entre 2012 y 2015, en 43.000 millones de euros.
Así pues, y según las propias previsiones del Partido Popular, en el año 2016 los españoles pagaremos 42.000 millones de euros más que antes de su llegada al poder. En contra de lo que ha prometido Montoro, los impuestos ni siquiera bajarán en el período de 2015-2016 con respecto a 2014: es verdad que la recaudación por IRPF y Sociedades menguará en unos 7.500 millones de euros, pero a cambio el IVA y el resto de figuras tributarias aumentarán su voracidad en 8.200 millones de euros.
Oh sorpresa, el ministro de Hacienda ha vuelto a mentir y lo ha hecho por partida doble. Primero, porque el conjunto de los impuestos no bajarán en el período 2015-2016 con respecto a 2014 sino que, por el contrario, seguirán aumentando en 700 millones de euros. Segundo, y principal, porque es rematadamente falso que los contribuyentes españoles vayamos a pagar a finales de 2015 menos impuestos que a finales de 2011: el Partido Popular (al frente del gobierno central y de prácticamente todos los estamentos autonómicos y municipales) hará que paguemos en 2015 43.000 millones de euros más que en 2011. O si prefieren conocer el saldo acumulado: entre 2012 y 2015, las reformas fiscales capiteneadas por el PP habrán saqueado a los españoles 132.000 millones de euros. Todo por negarse a pinchar la burbuja estatal. He ahí el saldo tributario del partido que ondeaba la bandera de las rebajas de impuestos.