Acaba de salir el dato que quería el Gobierno para lanzar su mensaje electoral antes del 25 de mayo. En el mes de abril han encontrado trabajo más de cien mil españoles. Evidentemente, no dicen que la conjunción en pocos días de Semana Santa, Puente de Mayo, Feria de Abril y buen tiempo, coincidiendo con el final de mes a lo mejor ha tenido algo que ver, y que cuando lleguen los datos de finales de mayo a lo mejor no son tan buenos; pero ya habrán pasado las elecciones, y aunque hayan perdido trece o catorce puntos respecto de las anteriores, los integrantes del Partido Popular podrán decir que “han ganado las elecciones”.

Pero las han perdido, o mejor dicho, nos han perdido, porque el Partido Popular tuvo en el año 2011 la oportunidad de dar un cambio real a la situación, sobre la base de su mayoría absoluta; pudo hacer las cosas bien y cumplir su programa electoral; pudo ser realmente un partido de corte liberal, y no lo ha sido; y sobre todo, pudo hacer otra política económica, y no la ha hecho, ahondando en una recesión larvada en las dos legislaturas de Zapatero, y de la que podría haberse salido, como han hecho Estados Unidos, Alemania o Gran Bretaña.

El Sr. Rajoy está muy contento con su dato. Curiosamente también lo dijo cuando salió la semana pasada la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre, y resultó que se habían destruido 185.000 puestos de trabajo, lo cual no parece que esté muy correlacionado con el mensaje que llevan dando desde hace seis meses de que “esto ya se ha arreglado”. Además, ayer mismo nos llamó “cenizos” a los que no pensábamos como él. Yo lo que he hecho, ha sido tiznarme la cara, como hacían los cheyennes cuando la caballería les echaba de sus tierras (no penséis mal, cualquier parecido entre los soldados americanos y los miembros del Gobierno es pura coincidencia), porque no veo recuperación alguna, simplemente estabilización en el fondo del océano.

Hay otro dato al que parece sustraerse el Sr. Rajoy, y que acaba de salir, y no es otro que el 48% de los españoles cobra un sueldo mensual inferior a los 900 euros. En Francia, por ejemplo, el salario mínimo interprofesional está en torno a los 1.400 euros, es decir, nadie puede cobrar menos que esa cantidad. ¿En qué estamos convirtiendo España, en un país de proletarios? Sin renta disponible, los españoles no pueden consumir ni ahorrar, y sin consumo y sin ahorro, no hay ni ventas ni inversión ni empleo. ¿Qué modelo tiene el Sr. Rajoy, si es que tiene alguno, el de convertirnos en los taberneros de Europa?

A partir de ahora las buenas noticias van a ser que se consigan más puestos de camareros por horas para servir cervezas a los alemanes, británicos y rusos cuando vengan de vacaciones. Como España está de rebajas, de paso se compran los apartamentos y las villas a precio de saldo, ya que ellos sí que tienen renta disponible, y además, les damos la residencia en España si se gastan medio millón de euros en comprar la casa, independientemente de cuál sea la catadura moral de esas personas.

Y un dato más, el turismo, la piedra filosofal del Gobierno, su as en la manga, representa el 11% del Producto Interior Bruto, y estamos en máximos históricos por los problemas políticos de los países árabes. ¿Qué pasa con el 89% restante? ¿Cuál es la política del Gobierno para regenerar el tejido industrial español, destruido por seis años de crisis?

El Sr. Rajoy tiene que entender que lo que necesitamos los españoles es un modelo económico, que nos sirva para diseñar lo que queremos que España sea en el futuro. Este modelo no se puede basar en turismo de alcohol barato, entre otras cosas porque como españoles nos sentimos insultados, y muchos de nuestros jóvenes se van fuera de España para tratar de “apuntarse” a otro modelo de hacer política. Y eso en el fondo le viene bien, ya que se dan de baja en el paro, y sus expertos en marketing político pueden decir que el desempleo ha disminuido en dos mil parados, como ocurrió en la última EPA. No dijeron que la población activa había disminuido en 425.000 personas, entre los que se han ido y los que se han jubilado. Al final, la solución del paro para el equipo económico del Gobierno va a ser que seamos capaces de colocar a los seis millones de parados en otros países; de esa forma tendremos desempleo cero.

Con este modelo, España se va a convertir en un país de jubilados, funcionarios y “nimileuristas”, y volveremos a mirar a los países europeos allende los Pirineos con envidia, porque allí la gente vive bien y aquí no, como pasaba en los años sesenta. La emigración es un fenómeno económico, pero tiene sus motivaciones, y una de ellas es no estar a gusto con lo que nos está pasando. Piense un poco en ello, Sr. Rajoy. Piense en cual va a ser su legado para el pueblo español, cuando deje de ser Presidente, y vuelva a su entorno burgués de provincias.