Tras la presentación de resultados del primer trimestre de 2014 de las compañías europeas, hemos vistos como estos han sufrido revisiones a la baja considerables de entre un 14% a un 7%. Sin embargo, los valores continúan al alza, como si poco o nada importará a los inversores la realidad actual, siendo inmunes a los malos resultados empresariales presentados para el comienzo del año.
¿A qué se debe este comportamiento de los mercados en Europa? La respuesta la encontramos en el BCE.
Su máximo mandatario, Mario Draghi, se está encargando de dar una nueva vuelta de tuerca a la tesis de inversión en los mercados de capitales. En las últimas tres reuniones del Consejo del BCE, Draghi viene avisando de próximas medidas para, por un lado, acabar con el riesgo de deflación y, en segundo lugar, para reducir los altos niveles a los que cotiza el euro respecto al dólar (1,37 - 1,38).
Hablamos de meras expectativas generadas por el propio BCE, pero que parecen suficientes para mantener la tranquilidad en los mercados y con importantes inyecciones de liquidez. Pese a este excedente de liquidez, los niveles de inflación son un tanto preocupantes, y no solo en Europa con tasas del 0,7%, sino también en EEUU con 1,5% o el 1,6% en Reino Unido.
Solo hace falta ver las rentabilidades de los bonos a largo plazo, con caídas en rentabilidad y subidas de precio (1,4% el Bund alemán y 2,6% el T-bond estadounidense). Los motivos son dos: falta de aceleración de crecimiento económico y bajas expectativas de inflación. Parece lógico pensar que más medidas monetarias 2 expansivas por parte del BCE en junio, no van a hacer que las tires de los bonos suban más, a no ser que sean interpretadas junto a un fuerte crecimiento económico e incremento de la inflación, que visto los efectos que han tenido este tipo de medidas monetarias en EEUU y Reino Unido, no parece que vaya a ser el caso, al menos de manera inminente.
El miedo a una “japonización” de la economía europea con un escenario deflacionario hace prever que el BCE tomará pronto medidas; unas medidas que muy probable las veremos el próximo mes de junio. Si las medidas que tome Draghi el próximo mes consiguen que el euro se debilite, tendremos un efecto muy beneficioso para las compañías europeas globales. La próxima reunión del BCE en junio va a ser absolutamente clave para conocer la dirección de los mercados este año.