Querer y no poder: a eso se reduce la reciente evolución del Eurostoxx y el DAX. Dicho con otras palabras, a ambos índices se les nota las ganas de subir, pero el contexto (los problemas en EE.UU., principalmente) les impide liberarse del yugo que los atenaza.

No obstante, dentro de su parejo comportamiento, el DAX se está mostrando comparativamente más débil que el Eurostoxx. De hecho, en el índice alemán se produjo ayer un ajuste a la derecha de la onda sinusoidal, que ahora prevé el suelo teórico (ST) de su ciclo de 40 días para el 11 de octubre. Además, para activar una señal de la posible conclusión de la fase descendente, el precio debe romper al alza la nueva línea horizontal situada en 8.639,74. También merece mención el hecho de que el DAX alcanzase ayer el objetivo de caída situado entre 8.539,24 y 8.508,17.

Entretanto, ningún cambio podemos predicar sobre la situación del ciclo de 40 días del Eurostoxx.

Por lo que respecta al Ibex 35, lo más destacable es que ayer volvió a sumergirse en los dominios de la resistencia situada entre 9.289,33 y 9.400,29. A todo esto, no olvidemos que mañana se abre una nueva ventana temporal con capacidad de forzar el techo de su ciclo de 40 días.

Permanezcan atentos.