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Análisis de gestión de Renta 4 Bolsa FI

por Javier Galán Hace 10 años
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Renta 4 Bolsa FI obtiene, al finalizar mayo, una rentabilidad de +9,4% frente al +8,9% del Ibex 35. Seguimos batiendo al Ibex en un 0,5% y nos mantenemos en el segundo cuartil.

Como ya dije el mes pasado, Renta 4 Bolsa FI está a tan solo un 6% de sus máximos históricos, mientras que al Ibex 35 aun le queda subir más de un 50% para alcanzar los 16.000 puntos.

Las compañías que más han aportado a la rentabilidad del fondo han sido: Repsol, Aperam, Telefónica, Amadeus y Gamesa. Mientras que OI, Liberbank, Abertis y Mapfre fueron las que peor comportamiento tuvieron.

No estoy nada preocupado con el comportamiento de las compañías que peor lo han hecho. OI es una historia de reestructuración que merece la pena esperar que madure, además la consolidación del sector de telecomunicaciones brasileño está muy cerca de confirmarse, lo cual es muy positivo para OI. Liberbank está en pleno proceso de ampliación de capital para repagar los CoCos y estoy incrementando la exposición al banco. Abertis y Mapfre son compañías muy sólidas que se verán beneficiadas por la mejora de la macro española y la brasileña.

La exposición a renta variable se mantiene en en torno al 93%. Exposición suficiente para beneficiarnos de revalorizaciones de la bolsa, como suficiente liquidez para aprovecharnos de posibles correcciones a niveles que nos den mayor seguridad.

A 11.000 puntos de Ibex, reduciré algo de exposición y cerca de 10.000 puntos de Ibex volveré a incrementar para aprovechar del rango lateral en el que creo nos encontramos.

Durante el mes hemos reducido algo la exposición a Abertis, Repsol, DIA, Aperam y Acerinox, después de su gran comportamiento. En su lugar, incrementamos en: Bankinter, GALP, Jeronimo Martins, CIE Automotive y Bankia.

La mejora esperada por los beneficios de las compañías europeas no se está produciendo, hecho que me preocupa y al mercado también, aunque tampoco se está viendo reflejado en las cotizaciones.

Ya no se esperan que los beneficios empresariales crezcan a doble dígito este 2014 y ahora ese crecimiento pasa a descontarse para 2015. ¿Tiene sentido vivir continuamente de las expectativas sin que éstas converjan con la realidad corporativa? Desde mi punto de vista, sí. Tenemos un gran evento en el corto plazo y un gran evento en el medio plazo.

La primera semana de junio conoceremos el plan del BCE para sustentar el crecimiento de Europa, incrementar el flujo de crédito del sector bancario a la economía real (empresas y familias), incrementar las expectativas de inflación y depreciar el euro frente a otras divisas.

Las bolsas europeas se encuentran en la fase del ciclo en el que una vez descontado la expectativa de crecimiento y se ha descartado un desenlace dramático del euro, las compañías deben demostrar que son capaces de volver a crecer y justificar las exigentes valoraciones a las que cotizan hoy en día.

Las bolsas están en máximos históricos en algunos casos, y en máximos de los últimos 5 años en otros. ¿Pero, por qué el mercado está siendo inmune a los malos resultados empresariales? Por el Efecto Draghi

Draghi se está encargando de dar una nueva vuelta de tuerca a la tesis de inversión en los mercados de capitales. En junio esperamos medidas excepcionales de política monetaria europea. No se sabe muy bien como se formularán, pero "algo va a hacer". Es evidente que el crecimiento del área euro, aunque exiguo, se está confirmando, pero también es verdad que la inflación está llegando a unos niveles muy preocupantes. Con toda la inyección monetaria que estamos viviendo a ambos lados del atlántico, la inflación en EEUU está en 1,5%, Reino Unido en el 1,6% y el área euro solamente en el 0,7%. Está claro que el BCE debe contener la caída de la inflación en Europa para no abocarnos a un escenario deflacionario como el vivido por más de dos décadas en Japón.

Gran parte de los peores resultados empresariales vienen explicados por la debilidad de la mayoría de las divisas frente al euro. Si excluyésemos el efecto divisa en los resultados empresariales, éstos, no estarían defraudando tanto. Por tanto, si las medidas que tome Draghi el próximo mes, consiguen que el euro se debilite, tendremos un efecto muy beneficioso para las compañías europeas globales. La próxima reunión del BCE en junio va a ser absolutamente clave para conocer la dirección de los mercados este año.


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