Después de varias semanas dando a conocer los conceptos necesarios para entender el análisis fundamental, vamos a proceder ya a la práctica.
El primer caso es Iberpapel. Empresa papelera nacida en Guipúzcoa en 1935 y que salió a Bolsa en 1997. ¿Por qué la he elegido? El primer criterio ha sido qué valores están siendo más castigados este año por el mercado de valores, y la papelera es una de ellas. ¿Por qué tal comportamiento contra esta empresa industrial? Hagamos una radiografía de su negocio.
Para empezar tiene tres subdivisiones: Forestal, industrial y comercial. La que más predomina es la última, que está diversificada geográficamente, lo que permite reducir riesgos de dependencia de tener un único cliente con el fin de satisfacer la demanda. Hay empresas que funcionan en un monopsonio pero son casos muy particulares. Por otra parte, es una empresa que trabaja bajo pedido lo que permite minimizar costes de existencias, además, dan gran importancia a la inversión para la optimización de la productividad, lo que alimenta la creación de precios competitivos a nivel internacional y poder ganar cuota de mercado.
El punto débil de la empresa reside en el hecho de que el cien por cien de la subdivisión industrial se encuentra en España. La gestión de Iberpapel se ha visto ante un alto grado de incertidumbre tras la reforma eléctrica que afecta en gran medida a las empresas industriales, debido a que son las que más electricidad consumen para su proceso de producción, y un alza del Kw/h puede ser el golpe de muerte para muchas fábricas. Bien, pues es a causa de esto que Iberpapel haya decidido tener una estrategia de inversión muy conservadora y optar a la vez por un eficaz saneamiento financiero por los posibles varapalos que pudiera acontecer en un futuro.
Para ver esta situación con mejor perspectiva, echemos un vistazo a la siguiente tabla:
Análisis Fundamental de valores IberPapel tabla
Iberpapel no ha sido la excepción en la recaída económica de 2012-2013, y eso se aprecia en la evolución de sus ventas y beneficios. En un principio, el repunte que se dio a partir de 2009 permitió que la papelera obtuviese unos ingresos netos en 2011 de 12.916.000 euros desde los 6.148.000 de 2009; es decir un incremento del 10% en concepto de beneficios. Sin embargo, 2012 marca un cambio de tendencia al reducirse 10.551.000 y 8.837.000 euros en 2013. Las empresas industriales son muy sensibles a los ciclos económicos, lo mismo ocurre en papeleras como siderurgias y acerías. No hay que juzgar mal a Iberpapel, en un entorno donde el precio de la electricidad es alto con respecto a la media europea, añadiendo además de que apuesta por mantener su división industrial en Hernani (Guipúzcoa), convierte a los gestores de Iberpapel en unos maestros de la optimización de costes, permitiendo que estos amortigüen las incertidumbres económicas que asolan hoy a nivel global.
Pasemos ahora al análisis de IberPapel:
El precio que se ha obtenido es con el que cerró el viernes 13 de junio de 2013. Como bien indica la tabla, en la actualidad circulan 11.247.000 acciones, lo que se traduce en una capitalización bursátil de 146.323.470 euros. Lo importante viene ahora. El beneficio por acción obtenido en 2013 refleja en la fase de recesión por la que ha atravesado Iberpapel. Mientras que este fue 0.79 euros, se mantiene por debajo de la media del trienio de 2011-2013 que fue de 0.96, incluido el de 2009-2011 y para más inri del quinquenio 2009-2013 que fue de 0.91 euros la acción.
De todos modos, no ha impedido que se siga repartiendo dividendos, que sumando el dividendo a cuenta con el complementario, suman 0.35 euros por acción.
Por otra parte, de acuerdo con la información del patrimonio neto, el valor real de la empresa asciende a 7.64 euros por acción, mientras que el mercado la valora a un precio de 13 euros. Pero, tal y cómo son las características de Iberpapel en la actualidad, ¿quizá esté siendo sobrevalorada? Veamos.
Para empezar, el PER de 2013 asciende a 16.56 veces su beneficio, mientras que si lo comparamos con la media de beneficios de 2011-2013, obtenemos un resultado de 13.59. Esto quiere decir que en criterio de Precio/Beneficio, para todo aquel que quiera constituir una cartera que opere en un plazo inferior a 12 meses, no sería muy recomendable adquirir acciones de Iberpapel, dado que el mercado aún la está sobrevalorando. Pero en términos de inversión a medio y largo plazo, podría considerarse una buena adquisición, aun así no vamos a lanzarnos a la piscina de cabeza, no sea que el fondo esté más cerca de lo que creemos.
De todos modos, a pesar de la recesión de 2012-2013, Iberpapel ha demostrado que puede ser altamente rentable, y eso lo demuestra la ratio beneficio/ventas, donde se manifiesta sus políticas de gestión eficiente de costes y el trabajar sobre pedido. Lo que consigue que por cada euro que vende, obtenga un beneficio de 0.85 euros. No es muy común este tipo de resultado, pero resulta sorprendente que una empresa pueda llegar a tales estratos. Por otra parte, en lo que el estado financiero se refiere, se ve claramente la elección de crear un eficaz saneamiento dado que su activo corriente es hasta 33 veces su pasivo corriente. Claramente, la probabilidad de que entre en concurso de acreedores es mínimo.
Sin embargo, esta política tan conservadora en la gestión de la empresa ha acarreado un castigo a su rentabilidad financiera (ROE) que ha visto una reducción del mismo por el desapalancamiento que ha llevado a cabo la empresa para generar un colchón de liquidez por cualquier situación imponderable que pudiera ocurrir.
CONCLUSIÓN:
Iberpapel es una de esas empresas que tras el debacle de la reconversión industrial de la década de 1980, ha sabido modernizarse e ir más allá de las fronteras mediante una internacionalización del negocio con la apertura de sedes comerciales, la adquisición de terrenos forestales en el cono sur americano, la optimización de la producción en base a la inversión en maquinaria para mejorar la productividad, la gestión de costes eficientes a través del trabajo sobre pedido, lo que ahorra dinero a la empresa en concepto de stocks. Es la verdadera forma de cómo ganar ventaja competitiva en un mundo globalizado y donde el precio de las manufacturas ha sufrido durante los 2000 una caída de precios.
Es comprensible que la incertidumbre económica empuje a los empresarios a generar un colchón de efectivo lo más grande posible por si acaso, pero Iberpapel no debería de tener ningún problema a la hora de apalancarse y mejorar su ratio de ROE que es casi pésimo. Su salud financiera de hierro, añadiendo que los intereses de financiación están cayendo gradualmente, podría permitir a la papelera incrementar su tasa de inversión y poder obtener unos retornos mayores con el fin de mejorar su rentabilidad financiera.
En cuanto a criterios de selección, es una muy buena empresa, y podría ser añadida a la cartera, pero aún es demasiado pronto, debido principalmente a que la ratio precio/valor real es de 1,7 veces y su ROE no es tan halagador como podría ser realmente. Pero para todo aquel que se base en el PER podría experimentar con su cartea. Aunque a largo plazo se podría mantener buenas expectativas, el precio que ofrece el mercado quizá sea un poco alto. Veremos su evolución, pero desde un punto de vista de negocio podría tomarse una actitud optimista.
Saludos