Hace unos días estuvo en Madrid Frédéric Leroux, gestor global de Carmignac Gestion, para explicar básicamente qué es lo que ha pasado recientemente con el Carmignac Patrimoine (en los últimos 12 meses el fondo ha obtenido cerca de un 4% menos que media de su categoría).
Evolución del Carmignac Patrimoine frente a su categoría
A raíz de este comportamiento algunos inversores se preguntan qué hacer con sus participaciones en este fondo. ¿Hay que reducir? ¿Hay que comprar más participaciones? Conviene reflexionar antes de tomar cualquier decisión.
¿Hay que reducir?
Piense en primer lugar por qué compró este fondo.
Si compró este fondo atraído únicamente por unos resultados brillantes que obtuvo en un momento determinado del pasado, seguro que se ha sentido decepcionado por su reciente comportamiento y decida desprenderse del fondo.
Usted es libre de hacerlo por supuesto. Lo más probable es que decida cambiarlo por un fondo que muestre ahora mismo una buena rentabilidad pasada. Es decir, aplicaría el mismo principio que utilizó para elegir al Carmignac Patrimoine. Pero lo más probable es que en algún momento del futuro experimente las mismas sensaciones que las que está experimentando con el Carmignac Patrimoine. Le decepcionará su rentabilidad y se preguntará si conviene cambiar de fondo.
Nadie puede conseguir resultados abrumadores de forma consistente a largo plazo. Habrá momentos en los que la estrategia establecida por el gestor funcione peor que en otros.
Le haré una pregunta. ¿Hubiera invertido en el fondo azul que figura en el gráfico abajo? El gráfico muestra la evolución del fondo respecto a su benchmark (en rojo) a lo largo del año 1999 en plena burbuja puntocom. El comportamiento ha sido francamente desastroso: ¡casi un 50% de diferencia a favor del benchmark! Pocos gestores hubieran podido sobrevivir a este. Y sin embargo este gestor siguió adelante.
Pero llegó la recuperación después del crash tecnológico y el gran mercado alcista de mediados de los años 2000.Y una vez más el gestor obtiene un resultado decepcionante comparado con su referencia (siguiente gráfico). Debería haber sido la puntilla para este gestor. Imagínese… dos años consecutivos (el 2005 y el 2006) sin poder batir al índice de referencia y quedándose muy por debajo de él.
Y sin embargo el gestor siguió gestionando el patrimonio que le habían confiado, manteniéndose fiel a su filosofía y estilo de gestión. El gestor en cuestión no es otro que el mismísimo Warren Buffett. Hoy en día pocos cuestionarían que la estrategia correcta hubiese sido mantener la confianza en el gestor a pesar de los vaivenes de la cotización como demuestra su evolución a largo plazo.
No es mi intención por supuesto comparar Carmignac con Buffett, pero sí recalcar, con este ejemplo, lo importante de mantener a largo plazo la confianza en un gestor que uno ha elegido por su particular filosofía o estilo de inversión.
Si tiene la impresión de que la filosofía del fondo ha cambiado en estos últimos meses, es libre de elegir una mejor opción para sus intereses. Nada que objetar.
Nosotros, a pesar de que hemos rebajado el Rating del fondo de Gold a Silver, seguimos confiando en el enfoque de retorno absoluto y seguimos pensando que el equipo de gestión cuadra perfectamente con la filosofía del fondo. Es necesario, en todo caso, poner las rentabilidades a corto plazo en perspectivas y recordar que desde su creación en 1989, el fondo Carmignac Patrimoine ha generado une rentabilidad anualizada del 8.5% (habiendo atravesado, al menos, ocho importantes crisis financieras mundiales).
¿Hay que comprar más participaciones?
Piense ahora en cómo ha construido su cartera de fondos. Si ha construido su cartera apostando por diferentes estilos de inversión (es una estrategia que siempre hemos defendido por simples motivos de diversificación), entonces es probable que el peso relativo del Carmignac Patrimoine haya disminuido respecto a las demás estrategias y convendría restablecer su peso original en la cartera.
Un último apunte. Lo que mejor funciona a largo plazo es invertir con disciplina y mantener esa disciplina independientemente de la evolución de los mercados. Eso requiere paciencia y confianza en la estrategia elegida, independientemente de los resultados obtenidos a corto plazo.