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Cuando las francesas calzaban con suela de madera

por Vindicator Hace 10 años
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Las guerras, y especialmente las grandes guerras, generan mucha miseria. Si además, tu país es invadido, el invasor actúa como una esponja y te deja sin nada de jugo. Algo así le pasó a Francia cuando fue invadida en 1940. Los cuatro años de ocupación dejaron a las francesas y sin nada que ponerse, y en particular sin zapatos, ya que todo el caucho que se podía conseguir lo destinaban los alemanes a la industria de guerra.

Como en París hacía mucho frío, los zapateros encontraron una solución transitoria, y no fue otra que hacer zapatos con suela de madera. Acabó la guerra, pero en las calles de París seguía oyéndose el traqueteo de los zapatos de las mujeres cuando iban a hacer la compra (el día que podían). Los americanos que habían tomado París tenían el ego subido por su capacidad de ligar con las francesas. Nadie les dijo nunca que los pares de medias con los que obsequiaban a sus “ligues” eran realmente un precio barato para aquellas piernas llenas de sabañones por el frío invierno francés.

Pasaron tres años, y regresaron los aristócratas, los empresarios y demás “personalidades” que habían visto la guerra desde las colonias caribeñas, y tuvieron que dar un importante consejo a sus mujeres: no hacer muestras de opulencia, y en particular, no mostrar sus abrigos de visón cuando se sentaban en las terrazas del Bois de Boulogne a tomar un “pastis”. Eso sí, por lo de los zapatos con suela de madera no pasaron.

Conscientes de la miseria que había en Europa, los americanos lanzaron el Plan Marshall para tratar de levantar a los países europeos, e insuflaron todo el crédito que fue necesario a precios muy competitivos, pero con una condición, que todo el crédito se empleara en comprar productos y servicios americanos, lo cual permitió a la Economía USA pasar de una economía de guerra a una economía de paz con pleno empleo, y pudiendo así dar trabajo a todos los soldados que volvían de la guerra, la mayor parte de ellos sin la más mínima formación profesional.

El Plan Marshall permitió que surgieran nuevos empresarios emprendedores, como Christian Dior, que creó en 1948 su famoso modelo “Bar”, que en 1949 supuso por sí solo el 5% del total de las exportaciones del Estado francés. Era evidente que las francesas no podían comprarlo pero las norteamericanas sí. Tuvieron que pasar dos o tres años más para que las francesas pudieran volver a sentirse guapas en su propio país.

Avanzando 65 años, en España, en vez de Plan Marshall hemos tenido Plan Merkel, y en vez de inyectar dinero en la Economía, lo han sacado de ella. Durante el período de crisis pasamos de un efecto acumulación de ahorro (debido al miedo a quedarse sin trabajo o sin rentas futuras) en los tres primeros años (2008/2010), llegando al 17,8% de la renta disponible, hasta la aceptación de lo inevitable, es decir, de que tenemos que gastar el dinero que hemos acumulado simplemente para sobrevivir, porque nuestra renta no va a aumentar, estando ahora mismo con una tasa de ahorro del 9,4%, la más baja de la última década, y con una clara tendencia descendente, que no nos dice otra cosa que los españoles estamos sacando dinero del calcetín y que nuestra renta disponible media efectiva ha vuelto a ser la de hace veinte años. 

Y es que en el primer trimestre de 2013, las familias ahorraron 4.036 millones de euros, mientras que en el primer trimestre de 2014, las familias han tenido que sacar de sus cuentas y depósitos 2.987 millones de euros para poder subsistir, una diferencia de 7.000 millones de euros de disminución en la riqueza de las familias, lo cual no había ocurrido nunca desde el año 2000, fecha en la que se iniciaron estas estadísticas de ahorro y consumo. Ello supone que aunque las familias no vayan a tener que usar zapatos con suela de madera, sí que no les queda otra que cambiar sus hábitos de consumo, y olvidarse de lujos.

El Plan Merkel y su propuesta estrella, la “devaluación interna” ha conseguido que equiparar en costes laborales a España con un buen número de países emergentes, tanto que el Comité de Responsabilidad Social Corporativa de la empresa Jaguar Land Rover, que tradicionalmente dedicaba fondos a ayudar a países del Tercer Mundo con proyectos de desarrollo, ha decidido dedicar este año un millón de euros a España, “habida cuenta del gran nivel de pobreza que se existe en este país”.

El equipo económico del Gobierno sí que ha detectado este problema (aunque no lo diga), se han puesto muy nerviosos (decenas de miles de puestos en las Administraciones Públicas y en las empresas públicas en el candelero), y esa ha sido en mi opinión la causa del efecto anuncio del Sr. Montoro de que va a bajar los impuestos, una parte el año que viene, y otra el siguiente, con lo que de momento seguimos como estamos; el año que viene se mejorará la renta disponible un poquito, luego se votará, y si se consigue seguir en el “machito”, pues habrá circunstancias inevitables que harán suspender la segunda parte de la mejora de impuestos de 2016. Al fin y al cabo, no tenemos porqué quejarnos, las suelas de nuestros zapatos, todavía son de caucho.


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