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No hay nada mejor que saciar la venganza, eso dicen

por José Luis Martínez Campuzano Portavoz Asociación Española de Banca Hace 10 años
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No hay nada mejor que saciar la venganza, eso dicen. Aunque después te deje un cierto mal sabor de boca. Incluso te arrepientas, en la mayoría de los casos., Al menos es mi caso, lo que me ha llevado con el tiempo a olvidar los malos ratos pasados y primar sobre todo las cosas positivas. Pero, eso sí, aprender con la experiencia de los errores. Si la memoria me lo permite. Demasiadas cosas en la cabeza (ahora, además, con los lego de mi Jorge).

Todo lo anterior me vino a la cabeza ayer al leer un interesante artículo en un periódico nacional que recuperaba (y recordaba) errores cometidos por unos y otros, por todos, a la hora de: 1. predecir la Crisis; 2. entenderla; 3. asimilarla; 4. buscarle soluciones. De hecho, tan complejas son estas fases que aún hay muchos economistas (y muchos más no economistas) que hablan en pasado de la Crisis cuando otros hablamos en presente y en futuro. La economía, como dice otro articulista, no es una ciencia: requiere de valoraciones subjetivas, algo siempre delicado en lo que entras en contradicción con otros. Algunos tendrán razón; otros, no tanto. Yo por lo demás ya saben que considero que las crisis ocurren precisamente porque no se anticipan. Al final, todos necesitamos adaptarnos a un entorno con muchas similitudes con el pasado y muchas más diferencias. La Crisis actual es precisamente esto. ¿Soluciones? Otro articulista habla de medidas expansivas que aumenten el crecimiento potencial. Glup. El crecimiento potencial, como conjunción de demografía, productividad e inversión no depende de políticas económicas expansivas. Más bien de reformas estructurales que favorezcan la inversión empresarial (cuidado con la infraestructuras públicas, naturalmente siempre valiosas, pero ahora no imprescindibles frente al objetivo final de eliminar incertidumbres a medio y largo plazo sobre la estabilidad fiscal y contención de la deuda) , mejoren la demografía y favorezcan la productividad buena. Cambios en la regulación incluidos. Pero todo esto no es políticamente fácil y probablemente socialmente costoso.

Como ven, seguro que muchos de ustedes no estarán de acuerdo con lo que he expuesto antes. Y les voy a confesar algo: desde hace años he llegado a la conclusión de que superar realmente la Crisis requiere de medidas que actualmente no están diseñadas. Si, como tal, podemos hablar de superar totalmente el Problema. En el caso europeo, otro economista que escribe este fin de semana alude a la necesidad de los eurobonos. Concluye su artículo que la zona Euro se ha preparado para un periodo de calma pero no para la próxima crisis. Y mientras llega, podremos sobrevivir pero no vivir bien. En esto último estoy totalmente de acuerdo; en la posibilidad de los eurobonos, no lo tengo tan claro. No sin Unión fiscal plena; no sin un principio de Unión política clara. Quizás nos falten ideas. En este sentido la nueva Presidencia italiana de la EU se propone cambiar Italia y luego cambiar la propia Europa. Pongamos entonces el reloj en cuenta atrás. ¿Qué ya ha comenzado? Vaya, me he perdido el inicio. Estaré más pendiente del resto de los cambios que nos traerá en el futuro.

Si, sigo pensando que los economistas somos estupendos forenses. Pero, ahora debo admitir que en este momento ni eso. Ahora mirar atrás no nos sirve para entender del todo el pasado, cuando muchos pretenden replicarlo en el futuro. ¿No es eso cuando se pide más crédito al mismo tiempo que no hemos superado el exceso de crédito anterior? Será entonces nuevo crédito compatible con desapalancamiento. En el caso de las finanzas públicas algo similar, entre el objetivo de ralentizar el ajuste del déficit público (dejándoselo a los estabilizadores automáticos) sin reparar en que no hemos creado aún una estrategia clara de mejora a medio plazo que permita aventurar la sostenibilidad de la deuda. ¿Qué para eso están los bancos centrales? Lamentablemente, en teoría, no están para esto.

¿Y los mercados? Esperando acontecimientos. No saben si reaccionar al alza con datos positivos o a la baja al estar ya los precios tan altos que han descontado incluso mejores cosas. Pero, ¿han descontado algo? Mejor, simplemente se han beneficiado del ansia inversora a que nos lleva la búsqueda de la rentabilidad. Las autoridades deben estar muy pendientes en términos de regulación y supervisión, también utilizando la política macroprudencial experimental, para evitar problemas. Hasta en esto la historia se repite.

¿Durante la semana? Pues las Actas de la Fed, donde veremos probablemente un tono bearish. En esta ambigüedad nos movemos. Lo triste es que los mercados no lo valoran como un mayor potencial de riesgo. Veremos.

Las principales referencias para la semana son:

* Japón Hoy hemos conocido los indicadores de confianza empresarial. Mañana conoceremos la balanza corriente, liquidez el jueves. Y el viernes los datos de pedidos de maquinaria

* USA Mañana conoceremos el indicador de clima empresarial de la pequeña empresa. Y los datos de crédito de consumo privado. El miércoles tendremos las Actas del último FOMC. El jueves conoceremos los datos de desempleo semanal y los inventarios al por mayor. El viernes tendremos el presupuesto federal. Por cierto, desde mañana subastas de deuda a 3/10/30 años

* Zona EUR Hoy tendremos la producción industrial en Alemania. Y en España. El Sentix de la zona. El martes conoceremos la balanza comercial en Alemania, en Francia. En este último país también el presupuesto. El miércoles se publican los datos de insolvencias en Alemania. El jueves tendremos la producción industrial en Francia, también la inflación. Y la producción industrial en Italia. El viernes tendremos la inflación en Alemania, balanza de pagos en Francia. En España se publica el dato final de inflación de junio


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