En este espacio damos seguimiento puntual al comportamiento de dos indicadores exclusivos de la Nueva Escuela Austríaca de Economía, que sirven para el análisis de los mercados de metales preciosos monetarios, oro y plata. A diferencia de un análisis técnico tradicional, el de la Base y la Cobase de ambos nos permite anticipar tanto posibles movimientos de precio en el corto y mediano plazos como algo mucho más importante: inferir el flujo de metal físico hacia el mercado o hacia fuera de la circulación.
Esto es relevante porque, como aquí hemos informado, la dirección de esos flujos está siendo de Occidente a Oriente –China e India en primero y segundo lugar, como un síntoma más del cambio de poderes entre ambos hemisferios.
En la actualización de julio, destaca que gracias al rally (alza) que ha observado el oro desde hace un mes a la fecha, hay una abundante oferta de metal que está entrando al mercado para ser vendido. Esto nos lo dice la situación de amplio Contango que vemos en sus gráficas de Base y Cobase. Ello contrasta con las lecturas observadas por ejemplo en la segunda mitad de mayo cuando las cotizaciones tendieron a la baja, y en consecuencia se disparó lo contrario al contango, la Backwardation.
Como recordatorio, la Base es el resultado de restar del precio del contrato de futuro activo (o sea el próximo), el precio “spot” actual (es decir, al contado). Dado que la normalidad es que los futuros sean más caros que el precio al contado, la diferencia debe ser positiva. Esto es, hay Contango y la curva de los precios de futuros es ascendente. Pero si el resultado obtenido es negativo, muestra una inversión en dicha curva para el o los contratos de futuros más cercanos llamada Backwardation, o sea, hay una curva descendente.
A la inversa, la Cobase se calcula restando del precio “spot” (precio actual al contado) el del contrato de futuro más cercano (activo). Por eso se está en Contango cuando el resultado es negativo, y en Backwardation cuando hay Cobase positiva. Esta última situación, reiteramos, se presentó recientemente en mayo/junio al caer los precios del oro.
Sin embargo, la tendencia alcista que fue retomada a partir del 6 de junio, fue reduciendo de forma considerable la Cobase positiva, para de hecho, salir disparada hacia terreno negativo y confirmar un amplio Contango. La gráfica siguiente (cortesía de Sandeep Jaitly de Feketeresearch.com) nos lo deja ver al corte del viernes pasado. Las líneas azules representan la Base y las rojas la Cobase para los contratos de agosto (el activo) y diciembre (en líneas discontinuas).
En Inteligencia Financiera Global hemos explicado que la Backwardation es un síntoma de “escasez” de oro físico en el mercado, que la experiencia nos dice que se dispara cuando los precios caen. Esto se debe a que los tenedores de oro se vuelven reticentes a ofrecerlo a la venta a bajas cotizaciones, y aquellos pocos que sí lo hacen, exigen que se les pague un “premio” adicional al contado sobre el precio de entrega a futuro, que de este modo se vuelve más barato. Los inversionistas de “manos fuertes”, son los que están dispuestos a pagar ese sobreprecio con tal de hacerse del metal noble.
Como ve, la “escasez” de oro constituye una anomalía, pues aunque en la naturaleza sí es escaso, las existencias sobre la Tierra siempre son abundantes. Y es que para fines prácticos, debido al valor que le otorgan las personas, casi todo el que se ha extraído sigue con nosotros en alguna forma o en otra.
En estos momentos con una Cobase en terreno muy negativo, existe Contango y por tanto, hay una buena cantidad de oro entrando de nuevo a la circulación. Esto nos habla de que las “manos débiles” y/o especuladores, es decir, aquellos que esperan obtener una ganancia en divisa por comprar barato y vender más caro en el corto plazo, todavía son muchos con respecto a las “manos fuertes”. Estos últimos son el tipo de inversor que atesora oro y plata de largo plazo, se protege así de un inevitable colapso económico-monetario y claro, no venderá sus tenencias ni siquiera a precios más altos. La razón es que son su “póliza” contra desastres financieros y no se deshará de ella, del mismo modo que nadie vendería su bote salvavidas en un barco que naufraga en alta mar, así le pagaran mucho por él.
Como podrá entenderse, es previsible que las presiones bajistas en los precios del oro y la plata continúen por ahora ante la abundancia de metal a la venta. No obstante, el continuo vaivén Contango/Backwardation propicia que en cada baja de precios, las “manos fuertes” –sobre todo asiáticas– saquen paulatinamente el metal precioso de la circulación. Así nos dirigimos hacia un momento en el que cada vez será más difícil regresar a Contango, la Backwardation se vuelva permanente y entonces, las promesas de entrega de oro en el papel se vuelvan incumplibles.
Por todo lo anterior, queda claro el seguimiento de la Base y la Cobase es mucho más importante que el simple precio en dólares. Quien los ignore, comete un grave error.