El grupo Día es uno de los líderes en el sector la distribución de la alimentación que se encuentra dentro de la especialización en el descuento de precios. Su presencia se da en seis países: España, Portugal, Francia, Brasil, Argentina, y China. En tales países opera mediante diferentes formatos: DIA Market, Dia Maxi, DIA Fresh, Clarel, Schlecker, Minipreço.
A finales de 2013, el grupo poseía ya 4.337 tiendas propias, junto a 2.991 franquicias, lo que supone, en suma, 7.328 establecimientos a nivel global. Se facturó en ventas 9.844,3 millones de euros, de las cuales 227,7 millones de euros supusieron beneficios. Por otro lado, realizaron inversiones por valor de 361,8 millones de euros. Todo con la ayuda de sus 47.317 empleados.
Su sistema de venta se basa en la proximidad al cliente sin tener que desplazarse a zonas comerciales en las que es obligado usar coche o autobús, al estar a las afueras de los centros urbanos.
Eso sí, como buen grupo distribuidor, su activo reside en el establecimiento de precios, en la que estos se reducen manteniendo la calidad de los productos. Esto se debe por el apalancamiento que se realiza con los proveedores cuyo pago de las mercaderías adquiridas se da mucho después; mínimo hasta que no se han vendido. Esto les permite tener la posibilidad de bajar los precios y centrarse en generar el mayor volumen de ventas posible, a costa de un margen de beneficio menor. Esto va a ser importante para interpretar sus cuentas anuales consolidadas.
En resumidas cuentas, el negocio de DIA reside en vender productos de alimentación a un precio menor, con poco margen de beneficio, un alto apalancamiento a corto plazo con los proveedores y una gestión de costes eficaz, con el fin llegar al mercado de consumidores con una disponibilidad de renta que va a la baja.
Desde el debut de Día en la Bolsa española, ha sido bien recibida por parte del público bursátil, siendo el valor que mejor se ha comportado en lo que la economía lleva en estado de depresión. No hay más que ver el gráfico y las cifras:
A finales de 2011, el precio de la acción era 3,50 euros con una capitalización bursátil de 2.374,2 millones de euros; en 2012: 4,81 euros la acción y en 2013 el precio de las acciones cierran 6,50 euros por acción.
Tomando, entonces, 2011 como punto de partida del análisis, veamos la siguiente tabla:
Análisis fundamental grupo supermercados Día
Tal y como se aprecia, si nos fijamos en los beneficios, estos mantienen una tendencia al alza, suponiendo un incremento del 7,7% y las ventas en un 1,19%. En este sentido hay que admirar la gestión de marketing de DIA al aprovechar en el entorno externo dominado por una disponibilidad de renta a la baja y recesivo, se haya mantenido el crecimiento de estas dos variables. A pesar de que el flujo de efectivo generado por el negocio haya ido decreciendo, el efectivo generado por operaciones de financiación se ha vuelto negativo, lo que se puede decir que la compañía lleva un proceso de desapalancamiento.
Lo que llama la atención es la gran diferencia de cifras entre beneficios netos- ventas y el activo corriente- pasivo corriente. Veamos los ratios:
Análisis fundamental grupo supermercados Día (Ratios)
Si nos fijamos en el neto/ventas, no es que se obtenga una rentabilidad tan generosa de las ventas realizadas. Como se ha dicho más arriba, DIA, como grupo distribuidor, se fija más en generar el mayor volumen de ventas posible, con un precio bajo obteniendo un margen escaso de dichas ventas. De ahí que en 2011 la ratio fuese del 0,97% y en 2013 del 2%. Después, el activo corriente el año pasado tampoco da mucho que ofrecer al ser 0,48 veces el pasivo corriente. ¿Por qué? Por el pago a proveedores. La mayoría de las cadenas de distribución se financian a través de sus proveedores, permitiendo que los precios que ofrecen sean menores que cualquier otra tienda minorista que debe hacer malabares para poder obtener un plazo de descuento alto. Por lo que esto le permite obtener grandes rentabilidades financieras o ROE como se puede apreciar en la tabla, con datos de las cuentas consolidadas.
De todos modos, al precio que se ofrecen las acciones, no se concuerda de ninguna manera con el valor teórico de la empresa que, de acuerdo con datos de las cuentas consolidadas del grupo de 2013, es de 0,28 euros la acción. ¿Y se ofrecen a 6,50? Aún más sabiendo que la rentabilidad por dividendo que ofrece es del 1,58% en datos de 2013. Claramente, el mercado tiene bastante confianza en el grupo DIA, dado que su PER muestra que el público bursátil está dispuesto a pagar 21,6 veces el beneficio por acción.
¿Qué ventaja competitiva tiene DIA? Como bien se ha citado, tiene un poder de negociación con proveedores enorme, lo que le permite obtener unos precios bajos y asequibles a rentas en decrecimiento por la economía en depresión. Por tanto, obtienen altos volúmenes de venta, sacrificando una parte del margen del beneficio pero conservando su cuota de mercado en el sector de la distribución, que es el objetivo actual ante una crisis económica que parece no tener fin.
De todos modos, hay que tener en cuenta que desde su debut en Bolsa ha tenido un programa de recompra de acciones, lo que ha hecho reducir su patrimonio neto, además de una reducción de capital y la venta de su negocio en Turquía en 2013 obteniendo plusvalías. Fue un balón de oxígeno desde luego. Aun así, en el corto plazo, de acuerdo con sus cuentas, no parece que tenga futuro, pero el mundo de la distribución está en su mayor apogeo y a pesar de que la contabilidad no pinte bien, su intangible que es el poder de negociación y establecer un óptimo ratio calidad-precio, hace que exista ese valor intrínseco que dé mejoras de perspectiva en el futuro. Y más en lo que queda de década, dado que, a no ser que exista un punto de inflexión en el que la calidad de vida mejore en gran manera y, por tanto, comiencen a dirigir su renta a productos de mayor precio, DIA tiene en lo que a distribución se refiere, el negocio en gran parte asegurado. Siempre y cuando mantenga su intangible que se ha nombrado.