Aún no hay acuerdo. Pero, como la ha definido un alto cargo del Partido Republicano, están inmersos en una "conversación de adultos" para alcanzarlo. Sobre la mesa la propuesta del Partido Republicano de aprobar un límite temporal de aumento de la deuda por seis semanas. Y la contrapropuesta, desde la Casa Blanca, para ampliarla a la apertura de la Administración.
¿Un cambio de postura de los republicanos? Los sondeos de opinión han podido ser fundamentales, considerando las elecciones para el próximo año en numerosos distritos. Pero aún defienden que, sin la amenaza del default, podrían conseguir nuevos ajustes en el gasto, dar marcha atrás a la financiación de la sanidad u otras medidas que permitan confirmar la estrategia de reconducción de la deuda a medio plazo.
Para el Presidente Obama es fundamental, previo a negociar todo esto, que no haya amenazas sobre la deuda y que se normalice el funcionamiento de la Administración. El Partido demócrata defiende que el aumento del límite de deuda sea de un año.
Nuestra analista política considera que el Plan republicano no supone más que aplazar la Crisis. Suficiente para que los mercados se feliciten a corto plazo; insuficiente para eliminar las incertidumbres a futuro. De entrada, seguiríamos sin conocer importantes datos económicos como los de empleo de septiembre. De esta forma, sin prórroga de presupuesto (Continuing Resolution) será más evidente la incapacidad política para alcanzar acuerdos a medio plazo para ajustar la deuda. Una pausa sin la presión de la deuda permitiría a ambas partes "reagruparse, redefinir su estrategia y afianzarse en las propuestas".
Curiosamente, lo que a nivel político son diferencias dentro de la Fed se convierte en coincidencias: todos los consejeros que ayer tuvieron comparecencias en el mercado expresaron unidad en la necesidad de alcanzar un acuerdo. Y eso que también ellos mismos presentan diferencias con respecto a las futuras decisiones en política monetaria, aunque a muy corto plazo la solución pasa por mantener el status quo.
* Williams: los políticos juegan un peligroso juego, que llevado a sus últimas consecuencias pesaría sobre el USD y podría generar un escenario de pánico a nivel mundial
* Bullard: es imprescindible que no sigamos en esta dirección donde podríamos no poder pagar nuestras facturas...es fundamental cumplir y defender nuestra reputación
El Senado en manos demócratas podría votar la propuesta republicana a final de día o el sábado. El Congreso en manos republicanas se mantendría abierto la semana pasada para ratificarla.