Los que me leen con cierta asiduidad saben que vengo anticipando un rally de acciones y deuda argentina desde hace 10 meses. Pero al operar emergentes uno aprende a no comer vidrio y a recordar a Keynes todo el tiempo: “en el largo plazo estamos todos muertos”. Tengo la sensación de que a pesar de que en el largo plazo, digamos a tres años vista, Argentina sea claramente un buy, los activos argentinos no transitarán una tranquila línea recta con pendiente positiva hacia ese equilibrio.
Habrá sin embargo, saltos abruptos que darán probablemente la chance de armar longs varias veces, tomar ganancias, dejar caer precios y volver a armar longs. De hecho, una estrategia de este tipo generó retornos muy superiores respecto a haber armado un long en Argentina a fines de año pasado sin hacer cambios de cartera. Un ejemplo de esto claramente fue la devaluación de enero con acciones argies colapsando entre un 25 y 50%. El que olfateó la devaluación y desarmó posiciones en équity argentina en enero para rearmarlas en febrero tuvo un enriquecimiento de retornos fácilmente del 40%.
El ratio riesgo/retorno que ofrece Argentina en el cortísimo plazo al menos amerita cierta prudencia. Ojo, somos high beta, y con el tema holdouts todavía pendiente, Argentina sigue enfrentando un escenario dicótomo y sumamente asimétrico. ¿En este contexto, tendrá sentido tomar ganancias en activos argies para rearmar longs más tarde?
Muchos me comentaron repetidamente que era un error de mi parte enfatizar en la potencialidad que tenían las RUFO para trabar la negociación. Pues bien, el tiempo me da la razón, tengo la sensación de que precisamente son las RUFO las que ponen un palo en la rueda en estos días. Supongo que la negociación se está centrando precisamente ahí: cómo pagar sin que se activen las RUFO. El cuánto pagar no forma parte relevante del menú a negociar, es sólo para la tribuna. El tema central es cumplir con la obligación hacia los holdouts PERO blindados en RUFOs.
Después de la trágica apertura del lunes 16 de junio en donde nos enteramos que la Corte Suprema de USA había rechazado el caso y con una apertura en donde todo cotizó en torno al 15% negativo, los activos argentinos han tenido un rally formidable quizá descontando demasiada buena noticia en el corto plazo. Y a pesar de lo pesado que estuvieron operando durante la semana los ADRs y con bonos soportando también cierta presión, todavía en promedio todo está entre un 15% y 25% arriba tomando como referencia los precios de la semana anterior al 16/6 en donde aún ahí ya se había observado un rally de activos argentinos.
Pero si bien sigo teniendo como escenario base la negociación exitosa con los holdouts y el fin a esta historia perversa en los próximos días, también es cierto que un cisne negro al mejor estilo argentino no tiene a esta altura de los acontecimientos probabilidad cero. Con esto quiero decir que el default como evento extremo sigue siendo un fantasma, fantasma que el mercado todavía se niega a pricear si bien la pesadez con la que los activos argentinos operaron durante la semana marca que ciertos jugadores achicaron un poco de riesgo, nadie se hace pobre tomando ganancias.
Obviamente todo esto se relaciona al corto plazo, en el mediano plazo la tendencia de los activos argies tanto renta fija como variable es claramente alcista. Pero también es cierto que sentarse hoy a esperar una tendencia de largo plazo es probablemente una estrategia demasiado pasiva cuando se trata de un país con tanto beta como Argentina, entrar y salir de Argy en los próximos tres años bien puede ser una estrategia muy superior a la pasiva de sólo sentarse a esperar que caiga maná del cielo. Y que quede claro una cosa: va a caer mucho maná del cielo, de eso no me caben dudas.