En los últimos días se ha escrito y discutido mucho sobre los riesgos geopolíticos que acechan a los mercados de acciones. Pero no hay más o menos riesgos geopolítica en el mundo, sólo hay cambios en la percepción y la atención prestada a las diversas amenazas, nuevas y viejas, que han estado con nosotros desde los albores del tiempo.
La idea de que ahora hay más incertidumbre por el avión derribado en Ucrania o la incursión israelí en Gaza es a la vez infantil y ahistórica. El hecho de que optemos por no preocuparnos por la incertidumbre en un momento dado - como el 10 de septiembre de 2001, por ejemplo - no significa que no vayamos a ver un brote de violencia u hostilidad, dice Joshua Brown (The Reformed Broker Blog).
"Así que lo que estamos discutiendo aquí no es un aumento de la incertidumbre en sí, sino un aumento en la percepción de la incertidumbre y su posterior efecto en los precios de las acciones. Y ha habido un aumento notable en la conciencia de la incertidumbre en los últimos días. Se están produciendo eventos en todo el mundo que, aunque no económicamente significativos, podrían tener un gran impacto en los mercados de inversión.
Cuando estallan las tensiones geopolíticas y los inversores fijan su atención en esos eventos, el carácter del mercado de valores tiende a cambiar casi de inmediato.
El primer cambio que notamos es que los valores que mejor se han comportado y que gozan de un mejor "momentum" son abandonados rápidamente. Esto se debe a que este tipo de acciones son compradas por los inversores más novatos que no se fijan en los fundamentales y solo se preocupan porque alguien las pueda comprar más caras. El carácter no vinculante de este tipo de inversores provoca un efecto dominó en las ventas. Los precios no son importantes, ni tampoco ninguno de los atributos de las empresas que hay detrás de esos títulos. Los alcistas sacarán a relucir las condiciones de "sobreventa" en sus acciones favoritas, mientras que los analistas más optimistas utilizarán términos como "sobre-reacción del mercado".
No importa, siempre y cuando los profesionales eliminen riesgo de sus posiciones, ya que han aprendido la lección más importante: sobrevivir otro día.
Todas las acciones pueden verse perjudicadas, por supuesto, pero las que más se lo merecen suelen ser las más castigadas. Los acontecimientos geopolíticos tienen una manera extrañamente justa y equitativa de imponer el castigo precisamente a los que más se lo merecen en el mercado de valores. Nadie sabe por qué.
Vimos este comportamiento durante el conflicto Rusia-Ucrania en Crimea en febrero y marzo. Ningún de los valores tecnológicos o acciones de biotecnología que cayeron entre un 20 y 40 por ciento tenía ninguna relación con el conflicto o la región afectada. Pero sufrieron una oleada de ventas por parte de fondos de dinero e inversores que no se habían molestado de conocer ni sus nombres ni sus negocios.
El otro efecto que la conciencia de la incertidumbre geopolítica tiene en el mercado de valores es el inicio de la compresión de los múltiplos. Cuando el mundo empieza a ser consciente de una amenaza que no había considerado o que originalmente no parecía preocupante, comienza a volver a evaluar el riesgo. Este procedimiento tiene lugar en los mercados de materias primas, mercados de divisas y los mercados de bonos, y muy a menudo de manera sincronizada en todo el mundo. Y ocurre en el mercado de acciones en su forma más obvia, que es vendiendo. A veces el riesgo se revalúa más sutilmente a través del mercado de valores, sobre todo cuando una amenaza parece lo suficientemente potente como para ponernos nerviosos, pero lo suficientemente alejada para no entrar en pánico. El conflicto Rusia vs Ucrania o Israel vs Palestina ofrecen buenos ejemplos de esto.
Mientras esta revisión del riesgo permanece, las buenas noticias se ven ignoradas y cada vez hay menos inversores dispuestos a para un múltiplo más alto por las acciones hasta que se "despeje la incertidumbre". Obviamente, los medios juegan un papel importante en este fenómeno.
Este ejercicio reevaluación del riesgo se mantiene en todos los sectores del mercado mientras los titulares salten a la portada de los medios.
Pero vale la pena recordar que el animal humano es infinitamente propenso a las distracciones y siempre está buscando algo nuevo en la que centrar su atención. Esto significa que la mayoría de los episodios de miedo geopolítico desaparecen rápidamente o se asumen como una nueva normalidad. No hay una fórmula que calcule la velocidad y la profundidad de este proceso. A veces, los eventos nos dan un flujo constante de incertidumbre que preocupan al mercado durante un período prolongado de tiempo y, a veces desaparecen rápidamente y al cabo de unos días no hay ni un atisbo de sus consecuencias. Con el tiempo, los mismos titulares serán tratados con desprecio o con una total apatía ya que los mercados ya han asumido el evento en cuestión y está descontado plenamente.
Cada vez es diferente. Cada uno de estos episodios trae consigo un conjunto de variables y dinámicas únicas que ningún inversor puede descifrar a priori. Los modelos, escenarios históricos y reglas generales, serán totalmente inútiles para predecir el comportamiento del mercado."
Fuentes: Joshua Brown