Suele ser habitual describir los resultados del crecimiento económico estadounidense de las últimas décadas como de creciente polarización de la sociedad: mientras que una minoría de familias en EEUU está acaparando toda la riqueza del país, la inmensa mayoría vive en una situación de creciente pauperización.
En realidad, sin embargo, los datos transmiten otra imagen bien distinta: desde 1967, el número de hogares que ingresaban menos de 25.000 dólares (en dólares reales de 2012), se ha reducido desde el 28,1% al 24,7%. Asimismo, aquellas familias que ganaban entre 25.000 y 50.000 dólares también han caído desde el 32% al 24,3%. Igualmente, las que ingresaban entre 50.000 y 100.000 dólares han disminuido desde el 32,6% al 29,2%. Y, en cambio, el porcentaje de hogares que ingresan más de 100.000 dólares anuales ha aumentado desde el 7,4% al 22%. Dicho de otra manera, las familias han ido escalando en estratos de renta (algunas que ganaban menos de 25.000 dólares en 1967 han pasado a ganar entre 25.000 y 50.000, otras que se hallaban en esa franja han escalado hasta 50.000 y 100.000, y otras de esta última y de las anteriores han pasado a ganar más de 100.000 dólares anuales).
Por analizarlo desde otra perspectiva, ¿cuál de estos dos países les parece más rico?
La respuesta diría que es evidente: en términos generales, todos eran más ricos en 2012 que en 1967. Adoptando el velo de la ignorancia de Rawls y planteándonos en qué tipo de sociedad preferiríamos vivir, creo que la respuesta natural —salvo para quien sea muy adverso a la desigualdad— es en EEUU de 2012 (menos riesgo de ingresar menos de 50.000 dólares, muchas más posibilidades de ingresar más de 50.000).
Los datos también podemos analizarlos desde otra óptica: no en términos relativos sino en términos absolutos. A la postre, el número de familias en EEUU se ha cuasi duplicado desde 1967. En tal caso, descubriremos que el número de familias que ingresan más de 100.000 dólares anuales ha aumentado en más de 22 millones desde 1967. Por ponerlo en perspectiva, España tiene ahora mismo 17 millones de hogares, lo que significa que, desde 1967, una sociedad más grande que la española ha pasado a vivir dentro de EEUU con más de 100.000 dólares anuales de renta. Y si consideráramos las familias que han pasado a vivir con más de 50.000 dólares anuales de renta, hallaríamos que más de 38 millones lo han hecho, esto es, más de dos Españas.
Por supuesto, el número de familias que ganan menos de 50.000 dólares anuales también ha crecido en términos absolutos (no así en términos relativos): algo menos de 25 millones de nuevas familias viven con menos de 50.000 dólares anuales en España (tengamos presente que la renta media de los hogares españoles es de 27.000 euros). Acaso para muchos estas cifras indiquen la pauperización de una parte de la sociedad con la que abríamos el artículo, pero hay un dato importante a tener en cuenta: en 1967, el tamaño medio de la familia estadounidense era de 3,3 miembros; en 2012 es de 2,5.
Quizá la reducción no parezca muy abrupta, pero si decimos que el número de hogares con una sola persona ha aumentado en 24 millones desde 1967 (y el número de familias con dos miembros en 24,3 millones) la cosa posiblemente ya cambie. En cierto modo, han aparecido casi 25 millones de hogares unipersonales y, al mismo tiempo, 25 millones de familias con renta de menos de 50.000 dólares. O por decirlo de otra manera, en 1967 había 26 millones de hogares con 1 o 2 miembros, y había 60 millones de hogares que ganaban menos de 50.000 dólares; hoy hay 74 millones de familias con 1 o 2 miembros y 49 millones que ganan menos de 50.000 dólares: creo que la mejora es más que obvia.
Si desagregamos los datos, esta misma mejoría es fácilmente observable: desde 1975 (primer dato disponible en la serie desagregada), las familias unipersonales han aumentado en 18,5 millones y su renta mediana lo ha hecho en 7.600 dólares reales hasta alcanzar los 26.200 dólares; por su lado, las familias con dos miembros han aumentado en 19,1 millones y su renta mediana lo ha hecho en 13.300 dólares hasta los 56.000. Es decir, no sólo se trata de que la renta mediana de los hogares unifamilares haya crecido en 7.600 dólares anuales, sino que desde 1975 se han constituido más de 18 millones de nuevos hogares unifamiliares capaces de generar, como mediana, 26.200 dólares anuales.
Gran parte del aumento de los hogares con rentas inferiores a los 50.000 dólares anuales se concentra en esos hogares unipersonales: o dicho de otra forma, en caso de que la estructura de los hogares familiares no hubiese variado entre 1967 y 2012, la caída de los hogares que ingresan meno de 50.000 dólares habría sido muchísimo más abrupta y el aumento de la de aquellos hogares que ingresan más de 50.000 mucho más pronunciada.