La curva de Phillips es una representación gráfica que muestra la relación entre desempleo e inflación. Establece que un aumento del desempleo reduce la inflación y viceversa, la disminución del desempleo se asocia con una mayor inflación. Es decir, la curva de Phillips pone de manifiesto que no se puede conseguir al mismo tiempo baja inflación y alta tasa de empleo.
¿Por qué? Porque cuanto mayor sea la demanda agregada, mayor será la tensión de los precios, por lo que estos subirán, mientras disminuye el desempleo.
Por tanto, este indicador sugiere que debe haber cierto nivel de inflación para minimizar el desempleo, ya que una política dirigida exclusivamente hacia la estabilidad de precios puede promover el desempleo.
Esta relación que describe la curva de Phillips pierde validez, sin embargo, en el largo plazo.
Origen
El término de ‘la curva de Phillips’ se comenzó a utilizar cuando, en 1958, el economista británico William Phillips escribió “The relation between Unemployment and the Rate of Change of Money Wage Rates in the United Kingdom, 1861-1957”. En el estudio, el economista muestra claras evidencias de cómo periodos de alta inflación se relacionan con periodos de bajo desempleo, y al revés.
Años 70
A partir de la década de los 70, esta relación dejó de funcionar correctamente, pues en este periodo la inflación se disparó en casi todo el mundo (más acuciada en Estados Unidos y Europa) y el paro también crecía. Este fenómeno se denominó estanflación.
En la actualidad
Los estudios no muestran tal relación entre inflación y desempleo y depende del ciclo económico. No obstante, se sigue utilizando la curva de Phillips a tres, seis y doce meses.