¿Le interesa a cualquier persona invertir en una Sicav? Vamos a ver varias cuestiones interesantes, algunas de las cuales seguramente no sepan la mayoría de ustedes. Ya saben que antes de tomar una decisión importante conviene informarse lo máximo posible, y esta es la finalidad del presente artículo.

Una Sicav es una Sociedad de Inversión de Capital Variable, es decir, es un instrumento de inversión colectiva. Para crear una sicav se han de cumplir una serie de requisitos como son tener un mínimo de cien accionistas y un capital mínimo de 2,4 millones de euros. De todas formas, siempre se ha recurrido al truco de que en realidad de esos cien accionistas sólo uno es “real” y el resto son meras comparsas, mariachis como se les conocen en el argot financiero. Una obligación de las Sicavs es que solo pueden invertir en valores admitidos a cotización.

La principal ventaja es su fiscalidad, ya que permite dilatar o diferir el pago de impuestos. Realmente su fiscalidad es la misma que la de un fondo de inversión, puesto que sólo tributan al 1% hasta que los accionistas sacan el dinero o reciben dividendos, momento en el cual pasan a tributar al 21% para plusvalías inferiores a 6.000 euros, al 25% para las ganancias entre los 6.000 euros y los 24.000 euros,  y al 27% para las que superan los 24.000 euros.

Por tanto, el pensamiento o idea que tienen los inversores es que con una Sicav se difiere el pago de los tributos y cuando el inversor recibe sus ganancias, tributa como cualquier otro producto de inversión. Pero hay que decir en honor a la verdad que no es exactamente así, hay un pequeño truco que les confiere más ventaja frente a cualquier otra inversión: el criterio FIFO.

En efecto, los dueños de una Sicav pueden sacar dinero sin tributar hasta que no supere la cantidad inicialmente invertida, ya que se considera que lo que se retira es capital y no plusvalías originadas  por las inversiones de las sicav. Esto es el criterio FIFO (First In First Out), que viene a decir que lo primero que inviertes es capital y lo primero que sacas también. Así pues, ya tienen una gran diferencia frente a los fondos de inversión, donde si quieren sacar dinero tendrán que pagar por la plusvalía obtenida desde el primer céntimo, dando igual que se retire menos dinero que el invertido inicialmente.

El pasado año fue muy positivo para las Sicavs, marcaron un nuevo récord en patrimonio gestionado y en rentabilidad lograda. En nuestro país hay domiciliadas más de 3.000 acumulan una subida media que se acerca al 3%, superando al Ibex 35 y solo el 13% están en pérdidas por el momento.

¿Y cualquiera puede invertir en una Sicav? Sí, cotizan en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB), por lo que cualquier inversor puede acceder a ellas de la misma forma que compra otros títulos. La contratación de las acciones en este mercado se realiza a través de dos formas:

- Módulo fixing, que es un sistema de subasta que fija dos precios al día (a las 12 y a las 16 horas) debido a que son acciones poco líquidas.

- En las entidades bancarias también se pueden adquirir acciones de una Sicav.