En su momento, ya expuse que la impresionante evolución salarial que vivió EEUU entre 1820 y 1913 no tuvo que ver ni con leyes de salario mínimo ni con la lucha sindical. La ley de hierro de los salarios —según la cual los capitalistas mantienen en todo momento los salarios al nivel de subsistencia— es empíricamente falsa.
Algunos, sin embargo, han criticado la gráfica aduciendo que en ella sólo aparecen los salarios medios de toda la economía, lo que bien podía indicar que las clases proletarias sí se veían expuestas a salarios de subsistencia al tiempo que las profesiones burguesas multiplicaban sus remuneraciones.
Evidentemente, para que el salario medio se multiplique por cuatro con un estancamiento de, por ejemplo, el 50% de los salarios de la población, los salarios de la otra mitad deberían multiplicarse por ocho, lo cual se antoja complicado.
Aun así, quizá convenga presentar los datos de un modo algo más desagregado. La NBER Macrohistory Database nos ofrece la evolución de los salarios de diversas profesiones (algunas tremendamente “proletarias”) entre 1890 y 1926. El espectro de datos histórico no es tan amplio como el anterior, pero en cualquier caso sirve para constatar la tendencia de un alza salarial casi ininterrumpida.
Fuente: NBER Macrohistory Database
Recordemos que hasta la década de los 30 no existe salario mínimo federal y que hasta 1912 ni siquiera había salarios mínimos estatales. Por tanto, el alza salarial no puede deberse a legislación estatal alguna.
El resultado es flagrante: entre 1890 y 1913, los salarios de las manufacturas, la imprenta y la serrería crecieron un 0,9%-1,4% anual en términos reales, mientras que los de los ferrocarriles y el metal lo hicieron un 0,66%. Si tomamos la totalidad del período, 1890-1926, los salarios del primer grupo se expandieron a un ritmo del 1,3%-1,6% y los del segundo al 0,65%-1,1%. Tengamos presente, además, que entre 1890 y 1913, la población estadounidense aumentó un 53% y entre 1890 y 1926 creció un 65%.
Retomando, pues, las estimaciones del salario medio estadounidense entre 1820 y 1913, podemos decir que el capitalismo estadounidense logró que los salarios reales crecieran a unas tasas medias del 1,5% anual… a pesar de que la población creció durante esa época a una media del 2,6% anual. Compárese con la que, según nos dicen, es la época dorada del sindicalismo y el intervencionismo estatal (1947-1980): crecimientos salariales del 2,3% con un incremento medio de la población del 1,3% anual (esto es, la población creció a mitad de ritmo pero los salarios reales no crecieron al doble de ritmo). No parece que las diferencias sean tan considerables. ¿Será acaso que los sindicatos y los gobiernos no puedan incrementar las remuneraciones del conjunto de los trabajadores y que tal circunstancia es exclusivamente consecuencia de la acumulación de capital y de la competencia empresarial?