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Siete razones para invertir en bolsa este mes de septiembre

por Renta 4 Hace 10 años
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Es lógico que en estos momentos muchos inversores se encuentren "perdidos" a la hora de buscar de alternativas donde poner su dinero. Las opciones en los mercados de deuda no resultan nada atractivas, pues independientemente del plazo que contratemos las rentabilidades que se pueden obtener son demasiado pobres y el riesgo que se asume, elevado. Desde estas columnas de opinión hemos venido advirtiendo de la posibilidad a la que se enfrentan los inversores en renta fija de incurrir en fuertes pérdidas si en algún momento el mercado de deuda corrige su actual tendencia. La ausencia de rendimientos suficientemente atractivos en los activos "sin riesgo" está literalmente empujando a muchos inversores a buscar alternativas, obligándoles incluso a variar su perfil como inversor, un error que puede pagarse muy caro si por alguna razón vuelve la volatilidad al resto de mercados (acciones, divisas, etc...).

Ahora bien, ¿se encuentran las bolsas en buen momento para invertir? Dado que estamos invirtiendo "por obligación", ¿estaremos corriendo un riesgo excesivo si entramos ahora en renta variable? ¿Hay razones objetivas para pensar que la bolsa puede ser una opción atractiva a medio plazo?

Tratando de responder a estas preguntas, al menos pueden identificarse siete razones que invitan a invertir en renta variable:

1.- Los costes financieros en mínimos: si prestamos dinero apenas nos remuneran. Por la misma razón, las compañías y sobre todo las cotizadas, que cuentan con un mayor acceso a los mercados y piden dinero prestado, se están financiando a tipos en mínimos históricos. Esto supone un gran alivio para los resultados financieros de las empresas, sobre todo para las más apalancadas, y se traslada a sus beneficios en general.

2.- Recuperación del crédito: el saneamiento del sector bancario llevado a cabo los últimos años y el apoyo del BCE permite intuir cierto despegue del crédito. Si el crédito se recupera, podemos ver también un mejor comportamiento de la demanda agregada a todos los niveles que tendrá su reflejo en los negocios de las compañías.

3.- Depreciación del euro: desde que el euro acariciase los 1,40 eur/usd allá por el mes de mayo, la divisa europea se ha depreciado casi un 6% hasta los 1,312 eur/usd actuales, haciendo que la industria europea sea mucho más competitiva y sus productos más atractivos. Por otro lado, muchas compañías con intereses en otros continentes ya se vieron penalizadas en sus resultados al trasladar sus beneficios en moneda a extranjera a euros. La reciente depreciación del euro provocará esta vez el efecto inverso, algo muy beneficioso para las empresas que facturan en otras divisas.

4.- La recuperación global sigue su curso: en Europa es donde se concentran las mayores dudas, y por eso es aquí donde encontramos las valoraciones más atractivas, sin embargo en el resto del mundo encontramos regiones muy dinámicas que "tiran" del crecimiento global. Estados Unidos y Reino Unido están mostrando datos muy sólidos de crecimiento, mientras que China está aguantando creciendo todavía a tasas muy notables.

5.- Razones técnicas: la buena salud de la economía en estas regiones tiene también su fiel reflejo en las bolsas. El S&P500 se encuentra en máximos históricos y casi un 30% por encima de los máximos que marcó antes de la crisis en 2007. El Dax también superó esos niveles y está más de un 15% por encima. El mercado español se encuentra en una bastante clara tendencia alcista que apunta hacia los 12.000 puntos, un 12% por encima de los niveles actuales.

6.- El BCE y el resto de bancos centrales, comprometidos con la recuperación: el Banco Central Europeo ha dado un giro clarísimo en su discurso y en sus políticas, que están pasando a tomar el camino "ultraexpansivo" que acostumbran a celebrar con subidas las bolsas. La Reserva Federal sigue muy preocupada con apuntalar la recuperación americana y no es proclive a retirar de forma anticipada los estímulos. En general, todos ya al unísono muestran un mayor compromiso con el crecimiento económico y manifiestan estar dispuestos a poner todas las herramientas a su alcance para que la recuperación se consolide.

7.- ¿Y si vuelve la inflación?: aquí hay debate, seguro, pero las políticas monetarias ultraexpansivas y los "tipos cero" tiene un único objetivo: crear inflación. La inflación alivia el endeudamiento, genera una expectativa que incita al gasto y se come los beneficios de la renta fija. La renta variable es probablemente uno de los activos que se verán más beneficiados por el retorno de la inflación y de los que mejor cobertura nos proporciona frente a ella. De hecho, es uno de los principales motivos por los que los inversores acuden a los mercados de acciones. La renta variable adecua el valor de nuestro patrimonio a los niveles de precios y nos protege de la pérdida de poder adquisitivo. No es el único activo que lo hace, pero sí el más líquido y el que tiene los costes de transacción más competitivos.

En resumen, aquí se ha mostrado un buen argumentario para respaldar nuestra inversión en acciones. Podríamos buscar también argumentos en contra, que los hay, y enfrentarlos con el fin de sugerirles la siempre recomendable cautela a la hora de invertir, pero en el escenario actual y tratando ser lo más objetivo posible estas siete claves tienen fuerza suficiente para pensar que podemos ser optimistas con la bolsa.

Por Alejandro Varela Sobreira
Gestor de fondos de Renta 4 Banco


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