Como los últimos datos macroeconómicos a nivel mundial han demostrado, la recuperación mundial es débil. Dicho esto, todavía es una recuperación, aunque muy desigual. El crecimiento económico se está fortaleciendo en algunas partes del mundo, mientras que está cayendo en otras. En otras palabras, la tendencia principal en la economía mundial es de una de creciente divergencia, y la naturaleza desigual de la recuperación es un hecho que tienen que considerar todos los inversores si quieren tener una estrategia ganadora.
Ya está influyendo en los mercados de divisas y de renta fija. Y dependiendo de la trayectoria futura de la política monetaria en Europa y Japón, también podría afectar significativamente la renta variable. He aquí un vistazo a los tres consejos de inversión para aprovecharse de este crecimiento divergente (vía BlackRock):
1. El dólar se fortalece
El crecimiento de Estados Unidos está acelerándose mientras que en Europa se está estancando y Japón está luchando con los efectos negativos de la reciente alza en el impuesto al consumo. Con este escenario, a nadie tiene que sorprender que el dólar se negocie en sus mejores niveles desde el verano pasado. Aunque la fecha exacta de la primera subida de tipos por parte de la Reserva Federal (Fed) todavía es una cuestión abierta, la política monetaria del banco central de Estados Unidos transcurre por un camino muy diferente al del Banco Central Europeo (BCE) y al del Banco de Japón (BOJ). Es probable que tanto el BCE como el Banco de Japón mantengan una política monetaria ultra-laxa a lo largo de 2015 La combinación de un crecimiento más rápido y la normalización de la política monetaria en Estados Unidos sugiere que el dólar va a seguir disfrutando de vientos a favor en 2015.
2. Las tasas globales presionan a la baja las tasas de Estados Unidos
Mientras que es probable que la Fed comience a subir los tipos a corto plazo el próximo año, no tendremos pistas de ello en los bonos a largo plazo. Los rendimientos de los bonos a diez años se han mantenido tercamente bajos y la volatilidad de los tipos está cerca de mínimos históricos. Hay varias razones para esto, incluyendo las compras institucionales, la falta de oferta y los cambios demográficos. Pero los bajos rendimientos en Japón y Europa también están contribuyendo a eso, presionando a la baja las tasas estadounidenses.
Los rendimientos de los bonos alemanes y del gobierno japonés a 10 años tienen un rendimiento por debajo del 1%, mientras que la deuda europea de los países periféricos, como la deuda española, da una rentabilidad de poco más del 2% (si alguien se está preguntando dónde podemos encontrar un rendimiento del 4% en los bonos soberanos de alta calificación, tendríamos que irnos a Nueva Zelandia).
3. Las malas noticias puede ser buenas noticias para las acciones
Europa está luchando con vientos deflacionarios y Japón está sufriendo bajo el peso de la subida del IVA de abril. Sin embargo, durante el mes pasado, ambos mercados subieron en sintonía con el mercado de Estados Unidos. La razón: el optimismo de que las economías débiles forzarán al BCE y al Banco de Japón para ampliar la flexibilización monetaria. Si esto ocurre, los mercados de renta variable se beneficiarán. En otras palabras, una mala noticia puede ser algo bueno para las acciones japonesas y europeas.
En resumen, durante la mayor parte de los últimos cinco años, los mercados han estado dominados por las manías de los inversores: los temores de otra recesión venían seguidos de euforia por la acción del banco central para contrarrestar ese peligro. Hasta cierto punto, esta dinámica se mantiene. Lo que ha cambiado es que el ciclo ya no es el mismo en cada país.