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¿Sólo un problema de sincronización?

por José Luis Martínez Campuzano Portavoz Asociación Española de Banca Hace 10 años
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Probablemente les haya sorprendido el título que he elegido para esta Nota. Y quizás les sorprenda mucho más si les anticipo que la Nota está orientada a valorar la situación de las economías y mercados emergentes. ¿Sincronización? Quizás lo vean más claro si lo concretamos un poco más.

¿Sincronización de mercados? Deuda, crédito, bolsa y en menor medida commodities...¿recuerdan un momento pasado donde todos los activos de riesgo casi sin excepción se hayan movido al alza? Claro, en escenarios de baja volatilidad y elevada liquidez. Naturalmente, en función del escenario macro de fondo podremos hablar de algo puntual y excepcional o simplemente de un exceso del mercado que llevará más tarde o más temprano a correcciones violentas o al estallido de burbujas. Aunque sé que lo están pensando, prefiero no hablar de la gestión de la política monetaria en los países desarrollados. Pero, consideren que todo tiene un inicio y un final. Probablemente ya estemos viendo el final del sesgo expansivo desde algunos bancos centrales, alguno tan relevante como la Fed.

¿Sincronización económica? El proceso de Globalización fue sin duda un factor fundamental para sincronizar el ciclo económico entre países emergentes y desarrollados; también dentro de cada grupo de países. La demanda de materias primas y el proceso de apalancamiento han sido dos de los exponentes de este proceso de convergencia de ciclos económicos. Naturalmente, la propia Crisis, como un periodo propicio para ajustar los desequilibrios y aflorar los problemas, también ha profundizado la sincronización económica mundial
Tras todo lo anterior, les planteo una pregunta casi obligada: ¿estamos viendo ya los primeros indicios de desincronización económica y los mercados? Probablemente las propias autoridades lo están valorando. ¿Recuerdan la advertencia del Presidente del ECB sobre las discrepancias crecientes entre la política monetaria en la zona EUR y en USA? ¿no les extraña la insistencia de las instituciones supranacionales al hablar de un crecimiento mundial desigual? ¿no les inquieta las advertencias del BIS sobre los riesgos que conlleva la normalización monetaria de la Fed sobre los mercados? ¿consideran razonable extrapolar al futuro la reciente subida de la volatilidad en los mercados?. Piensen en todo esto. Es bueno que les inquiete. Ya saben que las crisis surgen, precisamente, por ser inesperadas.

Centrémonos ahora en las perspectivas de las economías y mercados emergentes en este escenario de "normalización". Por de pronto, el comportamiento de estos mercados durante el año pasado nos ofrece pistas sobre los dos factores de riesgo más relevantes para los inversores en estos países: la política monetaria en USA y la evolución de la economía china. ¿Se puede repetir el castigo a estos mercados cuando la Fed cambio el sesgo de la política monetaria? Es evidente que debemos esperar más tensiones, pero en mi opinión no del calibre a las sufridas desde mayo hasta después del verano pasado. Mayor ajuste en la balanza corriente, monedas más depreciadas, tipos de interés reales más altos...al final, unos inversores que ya han diversificado sus carteras. Y un mayor atractivo relativo, tanto de sus bolsas como un avance más significativo en sus ajustes económicos. Lo dicho, probablemente debemos temer un aumento de la inestabilidad en estos mercados cuando comience la subida de tipos en USA. Pero, limitada como también esperamos que lo sea el propio ajuste al alza de tipos por la Fed. Limitado y paulatino.

Curiosamente, más complicación puede venir al intentar anticipar el comportamiento de la economía china. No es cuestión de ser pesimista u optimista como de admitir que en estos momentos tanto la economía como las importaciones desde China son más moderadas que un año atrás. Y no hay argumentos suficientemente sostenibles para esperar que la situación mejore mucho a corto plazo. Salvo, naturalmente, que las autoridades chinas digan lo contrario (y actúen en consecuencia). Pero por el momento su posición es bastante neutral, aplazando cualquier decisión futura a tener más datos. O eso al menos es lo que yo creo.

Con todas las salvedades anteriores, que admito son enormes, debo admitir que esperamos una mejora en promedio el crecimiento de estas economías. Especialmente en Latinoamérica (2.2 % desde el 1.2 % previsto este año) y en Europa del Este (2.3 % desde el 1.6 %). Pero esperamos estabilidad en el ritmo de crecimiento para Asia en niveles del 6.2 %. Y continuidad en la moderación del crecimiento de China, cuyo ritmo podría caer hasta niveles del 6.9 % frente al 7.3 % previsto para este año. ¿No lo consideran muy razonable? Cuestión de cuestionar el proceso de sincronización económica. Aunque, al menos en nuestro caso, la clave estará en el comportamiento de la economía norteamericana. La parte positiva del inicio de normalización monetaria es, precisamente, que no es necesaria mantener su extremo carácter expansivo actual. Pero nos debemos acostumbrar a ello, algo que nos llevará a una mayor inestabilidad como sinónimo de riesgo en los mercados. Sí, veremos.


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