Si hace diez años España tenía que rendir cuentas a los no residentes, por ser estos los que más deuda nacional soportaban, hoy las cosas poco han cambiado en lo que respecta a este tenedor, que sigue tirando como el que más de este peculiar carro, el de los bonos y obligaciones del Estado.
Eso sí, ya no tiran en solitario. Comparten esta labor con las entidades de crédito, cuyo porcentaje ha subido vertiginosamente y ya sostentan casi el 30% de la deuda española.
En esta infografía analizamos el cambio producido a lo largo de esta década.