En los últimos dos meses hemos visto un espectacular selloff de parte de los mercados emergentes y de acciones en particular como el caso de Petrobras y de Itau que pocas veces he visto en mi carrera.
Desde febrero de este año, los mercados emergentes comenzaron una escalada fenomenal convirtiéndose en la mejor inversión por lejos de todo el mercado internacional. Acciones como Petrobras llegaron a subir entre marzo y septiembre un 100%, mientas que Itau y Bradesco subieron un 70-80% desde comienzo de año hasta septiembre-octubre. Estas acciones son parte de un mercado de emergentes el cual en promedio supo ganar cerca de un 25% aproximadamente desde marzo a octubre (EEM).
A partir de septiembre, el índice de emergentes EEM se diplomó un 13% en 6 semanas y acciones como Petrobras cayeron 50% perdiendo el 100% de toda la suba entre 10.20 y los máximos cercanos a 21 dólares, escenario similar al que sufrió el EWZ (índice de Brasil) que colapso un 30% perdiendo todo lo ganado desde marzo a septiembre.
Creo que el mercado que más atractivo tiene hoy en día en emergentes por las noticias y popularidad es Brasil y vale la pena recordar cómo se gestó el piso en febrero tanto en Brasil como en emergentes.
A comienzo de año, las divisas de mercados emergentes sufrieron un fuerte sell-off contra el dólar generando subas del dólar en la mayoría de las plazas financieras, una salida enorme de flujos de capitales internacionales que se alejaban de riesgo emergente, con proyecciones económicas negativas, downgrades a Brasil, etc. particularmente con nuestro país vecino, el piso se genero con protestas en las calles de San Pablo y de la mayoría de las ciudades brasileras, una caída estrepitosa de la popularidad de Dilma y un flujo d capitales enorme que salía de Brasil provocando una devaluación del real y un rally del dólar.
Allí, cuando pocos lo esperaban y rodeados de un escenario de escepticismo respecto de riesgo emergente, el mercado genero un piso importante y a lo largo del primer semestre del año vimos espectaculares subas en la mayoría de las acciones e índices como el EEM, ILF, BKF, BIK, EWZ, EWW, etc.
En el medio se seguía hablando de la debilidad de los emergentes y de la crisis, sumado al conflicto en Brasil producto de los protestantes que intentaban impedir la elaboración del mundial en Brasil, nuevas protestas y conflictos sociales. En el medio, las especulaciones respecto de las elecciones presidenciales de octubre generaron cierta esperanza a favor de una derrota del oficialismo, el cual se fue esfumando a lo largo de septiembre y octubre hasta llegar a los valores actuales.
Dilma finalmente gano por un estrecho margen en balotaje y la bolsa colapso con la noticia, incluyendo en los precios esta noticia. En el camino, Brasil ha sufrido nuevas degradaciones de deuda, al mismo tiempo que las calificaciones para muchas de las compañías brasileras están siendo puestas bajo corrección. Luego de la victoria de Dilma nuevamente hemos visto protestas pidiendo la renuncia de la reelecta presidente, aunque de menor calibre e impacto que las manifestaciones vistas a comienzo de año.
Ha sido (y lo sigue siendo) muy intenso tradear emergentes, sobre todo Brasil, dado que no te permite relajarte nunca y estar atento a los soporte, resistencias demás análisis técnicas que genera el mercado. Ha dado espectaculares rendimientos al alza y a la baja aunque demanda un enorme profesionalismo y tolerancia al riesgo y volatilidad como pocos mercados hoy en día.
Pero bien, la pregunta clave hoy en día pasa por ¿Qué hace falta para que Brasil vuelva a subir? Y la verdad para responderme esta pregunta quiero comentarles una experiencia muy enriquecedora esta semana que fue una charla que dio un profesor en la maestría en finanzas una prestigiosa universidad Argentina y que dejo conceptos que venimos sosteniendo desde este blog y desde estas notas y me parecieron enormemente enriquecedoras.
Una frase que me gusto del profesor, el cual es trader de mercados financieros y ex director de un banco internacional fue: “los precios no son ni buenos ni malos. Lo que hay que analizar es que contenido de bullishness y bearishness tiene los precios incluidos para ver que puede llegar a hacer el mercado después”. Claramente no son palabras textuales pero apuntaban claramente en este sentido.
No podría estar más de acuerdo con el análisis presentado por el profesor dado que justamente los mercados se saturan en los extremos. Cuando el escenario es negativo, con proyecciones aun más pesimistas que la situación actual, con conflictos sociales y crisis política y económica es cuando suelen generarse los pisos y las oportunidades como fueron los primero 6 meses para PBR con chances de obtener un 100% de suba o 30-40% de otras acciones de emergentes y/o Brasil.
La situación actual de Brasil y de los emergentes no ha mejorado este año y las malas noticias siguen siendo moneda corriente tanto a nivel económico, como político y social.
¿Cuánto negativismo hay incluido hoy en los precios de los activos brasileros? ¿Cuántas malas noticias ya están priceadas?
Al pensar estas preguntas y sus respuestas me da la sensación que por piscología de mercado emergentes esta mucho más cerca de un piso que de una profundización bajista y de una ampliación en el bear-market iniciado en 2011, con lo cual vale la pena peguntarse si vale la pena vender Brasil. Es decir, cuanto up-side tiene una posición short Brasil vs una posición long Brasil.
Este año ha quedado demostrado que la estrategia de buy and hold no es recomendable para los mercados emergentes y que el trading es fundamental, pero aquel que invierte a largo plazo debe obligadamente preguntarse ¿Cuánto más negativismo puede incluirse en los precios de los activos financieros de emergentes? Si Dilma gano con el 52% de los votos en segunda vuelta, en el caso en que el bear-market continúe debería estar pensando en ¿con que popularidad va a finalizar?
Con lo cual, ¿Qué tiene que pasar para que Brasil vuelva a subir? El mercado debe saturarse nuevamente y las malas noticias deben ser entendidas como una señal positiva para el mercado y seguramente una señal positiva para la sociedad, siendo el mercado financiero una llama de esperanza de que la recuperación económica está por venir para los años que viene. Pero claramente la última palabra la tiene y la tendrá el mercado. ¿Qué pasará? Veremos….