Durante este fin de semana, con la llegada del Ibex a 10.000 se ha desatado la euforia acostumbrada. Políticos, financieros y medios de comunicación aplauden. Los partidarios extremos del contrary market opinión dirán inmediatamente: momento de vender. Pero no será así, todo tiene su proceso de maduración, las tendencias no se acaban con los primeros síntomas de euforia sino con la euforia ciega. Es una señal de que puede haber recortes a corto plazo, de que se va muy deprisa, pero de ahí a matar el preceso hay mucha diferencia. Hay valores que apenas están empezando a rebotar. Va para largo, aunque esta onda ya haya hecho gran parte de su camino.
Durante el fin de semana estuve buscando información diversa en mis escritos y encontré que entre el 2.007 y el 2.012, entre artículos, blogs y webs, había anunciado 277 veces que el suelo del Ibex sería en la segunda parte del 2.012, y de no ser por Draghi y Bernanke hubiera sido hacia octubre y en el nivel 5.400 como señalé la mayoría de las veces. Incluso he encontrado algunos anteriores en los que indicaba que habría techo en el 2.007 y suelo en el 2.012.
Esta primera onda de rebote tiene que acercarse al 11.000, pero ya no podrá seguir a este ritmo.