Cuando en un país o en una sociedad existe una mentalidad tradicional de inversión muy arraigada, lleva bastante tiempo modificarla y evolucionar, sobre todo cuando a la parte financiera le interesa que se mantenga el status quo, salvo cuando en determinadas ocasiones tiene interés por otras cosas (preferentes, depósitos estructurados, etc).
En España, el inversor tradicional sólo invierte en acciones, generalmente de compañías españolas. Busca rentabilizar su capital mediante la subida del precio de las acciones, así como del reparto de dividendo cuando existe. Estos procesos suelen realizarse mayoritariamente a través de los bancos, los cuales están encantados porque les supone menos trabajo y porque cobran a los clientes diversas comisiones.
Ayer estuve en el banco para realizar unas gestiones y había una cola de personas esperando para ser atendidas en las respectivas mesas. Todas iban a lo mismo, querían informarse de si era bueno o no comprar acciones de Endesa por el dividendo. También había otras personas que querían saber qué acciones podían comprar (al margen de Endesa) que fuesen seguras, que diesen un buen dinero y que tuviesen un jugoso dividendo. En definitiva, el Santo Grial. Pues las señoritas de las mesas empezaron a recomendarles muchas acciones, en algunos casos aberraciones, pero bueno, allá los bancos por asesorar sin tener ni la más remota idea de lo que dicen.
Es una lástima que, estadísticamente hablando, seamos con diferencia de los países de Europa más conservadores en cuanto a las inversiones en mercados financieros, ya no sólo por invertir mayoritariamente en acciones, sino porque el producto estrella que contratan los españoles sigue siendo el depósito garantizado, donde la rentabilidad es simbólica al margen de la iliquidez durante la vida del producto (salvo que queramos sufrir un fuerte menoscabo en la ya de por sí menguante rentabilidad lograda).
Y digo que es una lástima porque hay muchas oportunidades interesantes de inversión fuera del mundo de las acciones. Es más, les diría que en la mayoría de los casos, son más “seguras” y a la vez el potencial de revalorización es mucho mayor. Lógicamente me estoy refiriendo a las oportunidades sólidas, no a cualquier otra, por lo que no todas las semanas ni todos los meses habrá opciones para ello, pero no importa si a cambio ganamos en una elevada fiabilidad dentro de lo que implica este concepto en el mundo de las inversiones bursátiles.
Las divisas ofrecen todo tipo de inversiones. No me voy a referir a las operaciones intradiarias, estoy hablando en este artículo de inversiones que duren semanas, generalmente varios meses. Tienen fama de tener mucho riesgo. Falso. La ventaja que tienen es que el inversor elige el riesgo, elige el apalancamiento (se puede elegir cuánto dinero se gana o se pierde por cada punto que se mueve la divisa a nuestro favor o en nuestra contra, por ejemplo 1 euro, 3 euros, 8 euros, 500 euros, lo que se quiera). También tienen fama de que se requiere mucho dinero. Falso. El dinero es el que se quiera, Tienen fama de que hay que saber mucho. Verdadero y Falso. ¿Acaso para invertir a medio plazo en acciones no se debería de conocer muy bien a la compañía, sus ratios macroeconómicos, etc? De todas formas, para ayudarles, tienen mi blog y un amplio universo en internet.
¿Y por qué les decía al principio que el inversor tradicional se está perdiendo muy buenas oportunidades de inversión fuera del mundo de las acciones? Pues porque en varias divisas, desde hace meses en unas y desde hace dos años en otras, había escenarios muy “claros” para aprovechar. Y recordemos que con las divisas se puede operar al alza y a la baja, es decir, se pueden aprovechar las tendencias alcistas y las tendencias bajistas.
Desde el yen japonés que se esperaba claramente su debilidad y depreciación frente al resto de divisas hace dos años, pasando por otras divisas como el franco suizo frente al euro con un regalo del Banco de Suiza con el suelo de 1,20, y siguiendo con la corona sueca que desde hace un tiempo es la divisa más débil frente al resto, el euro que cae desde que el BCE anunció sus nuevas medidas, el dólar americano que es la divisa más fuerte desde hace meses.
En definitiva, que los Bancos Centrales suelen brindar en bandeja muy buenas oportunidades para invertir en divisas con cierta seguridad. ejemplos: cuando se anuncia el inicio o el final de un QE (un QE es negativo para la divisa), cuando se advierte de que se quiere una divisa fuerte o débil y que harán todo lo posible para ello, cuando se suben o se bajan los tipos de interés (subir tipos es bueno para la divisa), etc, etc.
En mi blog escribo bastante de divisas, tanto del escenario macroeconómico como del técnico, intento siempre explicarles el por qué de cada cosa y lo que espero que suceda a partir de ese momento. Les animo a que consideren añadir las divisas a su arsenal inversión y que estén al día de todo, no sólo leyendo mi blog, sino buscando en internet más fuentes de información.