El 17 de noviembre, la situación técnica del Santander se presentaba como sigue: el ciclo de 40 días se encontraba en su fase descendente; el precio había detenido su corrección en el soporte localizado entre 6,63 y 6,51; el suelo teórico (ST) previsto por la onda sinusoidal se había cumplido el 7 de noviembre y una vibración de Gann capaz de forzar un suelo había irrumpido en escena cuatro días después.
Por último, disponíamos de la línea horizontal situada en 6,81, cuya rotura al alza activaría la señal de posible conclusión de la fase descendente del ciclo de 40 días. A continuación, muestro el gráfico que publiqué el 18 de noviembre por la mañana.
Al día siguiente, el Santander rompió al alza la línea horizontal, lo cual significaba que las probabilidades de que el suelo del ciclo se hubiese formado eran muy altas. De ahí que calculase de inmediato el primer objetivo de subida de una hipotética fase ascendente, que se acomodaba entre 6,92 y 6,96.
Tres días después, y con un bandazo del precio entremedias, el oscilador de confirmación superó el nivel cero, certificando de ese modo que el suelo del ciclo se había formado el 13 de noviembre, justo el día previsto por la vibración de Gann. Por tanto, la señal generada tres días antes mediante la rotura al alza de la línea horizontal se había destapado como certera.
Como el ciclo ya se encontraba de forma oficial en su fase ascendente, calculé un segundo objetivo de subida y ofrecí el techo teórico (TT) pronosticado por la onda sinusoidal y una vibración de Gann capaz de forzar un techo.
Al cierre de ayer, el Santander se ha zampado el primer objetivo de subida (no mostrado en el siguiente gráfico) y se encuentra en una batalla campal con el segundo. En caso de que consiga hacer añicos esta resistencia, un tercer objetivo le espera en cotas más altas.