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Así se titula un breve artículo del FMI que ayer cayó en mis manos. El crédito, me refiero al bancario, se ha convertido en objeto de estudio. Y de deseo. Pero, observando el balance financiero de las sociedades no financieras españolas del Q2 es fácil ver como en momentos de necesidad se buscan (y encuentran) alternativas a la falta de crédito bancario. En nuestro caso, la emisión de capital y en menor medida de papel de renta fija. Al final, sustituir crédito por capital no es tan mala cosa. Quizás sea la solución a futuro: reforzar el balance en un contexto de desapalancamiento. Naturalmente, el escenario de los mercados debe acompañar. Pero, esto se lo dejamos a los bancos centrales. El resto, precios atractivos depende de la racionalidad del momento. Precios vs. Valor.

 Ya sé: no todas las compañías tienen las mismas posibilidades de buscar alternativas que las grandes y bien capitalizadas empresas. Pero la desintermediación crediticia de la economía española seguirá su proceso mientras el escenario económico sea incierto y las entidades financieras tengan como prioridad su propio saneamiento. Como he escuchado a un economista ahora muy famoso, "crédito hay cuando la demanda es solvente y la entidad financiera está bien capitalizada". El resto, pasos intermedios de la solvencia y buena capitalización, recibirá un trato dispar. Lamentablemente, es lo normal.

 Volviendo al papel del FMI al que hacía referencia al principio, la idea de partida es arriesgada: "el legado más duradero de la crisis financiera mundial reciente quizá sea la ola de iniciativas para sustituir regulaciones viejas con nuevas". En definitiva, la Crisis ha supuesto que se hayan cuestionado regulaciones anteriores y el ejercicio de supervisión sobre las entidades financieras. Lo que parecía sólido, finalmente no lo era; lo que era sin duda líquido, tampoco ha resultado serlo tanto; las entidades financieras, grandes y pequeñas, han sido cuestionadas con el sector financiero como foco de preocupación mundial. Y esta última preocupación no ha finalizado. Piensen en Europa con el futuro papel del ECB.  Y las pruebas de solvencia y resistencia, previstas para el próximo año pero que según hemos escuchado de forma más reciente quizás no sean suficientes para que la Unión Bancaria se ponga a funcionar a finales de 2014. Como ven, difícilmente veremos una recuperación sólida del crédito bancario en un escenario en el que no tenemos aún nada claro cómo será la regulación y supervisión futura. Y las incertidumbres sobre el escenario macro tampoco ayudan. 

Más capital y más liquidez: en esto se ha centrado Basilea III. Pero dicho así es demasiado simple. En el fondo: financiación en depósitos frente a mercado; la relación anterior en función de la liquidez de los activos; un nivel más alto de capital, de mayor calidad, incluyendo un coeficiente de apalancamiento. Muy complejo; , sin duda más restrictivo en teoría. ¿Puede su desarrollo ser una de los argumentos para explicar la restricción actual de crédito? La incertidumbre siempre es negativa. Y la incertidumbre regulatoria, al igual que la incertidumbre macro, puede haber afectado de forma negativa a la oferta de crédito. Pero también la demanda de crédito ha podido sufrir por la Crisis. La cuestión entonces no es tanto si el nuevo marco regulador (y supervisión) ha afectado de forma negativa al crédito,  como si una vez asentado va a suponer una menor  oferta de crédito en el futuro. Para el FMI esto no será así. Y probablemente tenga razón. Otra cosa son los excesos vividos en el pasado. Pero, ¿no estamos viendo ahora el inicio de nuevos excesos en los mercados sin que el crédito bancario esté ahora involucrado?. Son los propios mercados!


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