Una vez más me veo en el brete de aventurar cuál será el curso de los acontecimientos durante el año que comenzará de aquí unos días. Tarea ardua, pues sólo comprendemos unos pocos elementos de toda la compleja realidad que nos rodea, y encima la tendencia que podemos trazar a partir de un momento determinado es una mera extrapolación lineal de lo que sabemos acerca de la dinámica social y basándonos en unos datos incompletos. A pesar de lo breve del horizonte predictivo, tan sólo 365 días, este ejercicio de predicción anual es propenso al error más o menos grosero debido a que con la llegada del Peak oil del petróleo crudo convencional en 2005 el comportamiento de nuestro mundo se ha vuelto muy no-lineal, y cada vez lo será más. Y va a ser un ejercicio particularmente difícil para este año 2015, como ahora veremos.
Pero antes de comenzar, revisemos críticamente cómo fueron las predicciones que hicimos para 2014.
La economía mundial, estrés permanente: De acuerdo con lo que se decía, no ha habido recuperación generalizada y la mayoría de los países europeos no está recuperándose, incluso alguno como Francia apunta hacia la recesión. Todo se ha cumplido, excepto en el caso de España, en la que sí que ha habido una cierta recuperación (al margen de lo débil de sus fundamentos). Considero que esta previsión mayormente cumplida, con la importante excepción (para los que vivimos aquí) de España.
La energía como tema de actualidad: Tal y como se decía la energía es un tema de cada vez mayor actualidad, se proponen alternativas renovables que se insiste que son la solución, y cada vez se habla más de "soberanía energética", aunque no sea viable. Se comentan con mayor insistencia los límites de las renovables y su baja rentabilidad. No ha habido un claro incremento del número de empresas que quiebren, aunque los costes energéticos sí suelen identificarse entre los más importantes que causan problemas de viabilidad. La bajada de precio del barril de petróleo de los últimos meses de 2014, en vez de relajar la preocupación por la energía, ha incrementado los debates sobre energía y una cierta desazón mal disimulada. Considero esta predicción mayormente cumplida.
El futuro del fracking: Esta predicción se ha cumplido exactamente: aún se insiste en que el fracking es la solución energética, pero se han multiplicado las voces que denuncian su inviabilidad (véase por ejemplo el último artículo de Crisis Energética) y justamente a finales de año se han hecho más evidentes los problemas del fracking estadounidense, espoleados por la bajada de precios.
Año sin verano: A pesar de que es moneda común en ciertos foros de internet negar que este verano ha sido muy inusual usando estadísticas agregadas que ocultan los detalles (p.ej., la precipitación de toda la Península Ibérica) o las referencias a años con cotas más extremas pero en localizaciones concretas (nunca todas a la vez), lo cierto es que en el tercio norte de la Península el verano ha sido más lluvioso y fresco de lo habitual. En España la producción de cereal ha sido un 27% inferior, en Francia un 14%, en línea con lo que se decía. La corriente de chorro polar está en una fase de profunda desestabilización, con consecuencias que se extienden más allá del verano. En suma, lo que se decía (que no es que no haga nada de calor en verano, sino que el verano será irregular con días frescos alternando con días cálidas en una secuencia nada usual). Considero esta predicción en concreto cumplida (lo cual me valdrá muchas descalificaciones en esos foros).
EE.UU. en frente del abismo fiscal: No ha sucedido. Ya se decía que no era lo más probable pero que era posible si los republicanos se lanzaban al aventurerismo. Sin embargo, se ve que hay otros asuntos que concentran la atención de los políticos del otro lado del Atlántico. Por tanto, considero esta predicción fallida.
Nuevas guerras y revueltas: Respecto a las revueltas, seguramente le pueden pasar desapercibidas al lector occidental medio, pero el año ha estado trufado de ellas: desde las de baja intensidad, "simples" protestas (Brasil, en protesta por el Mundial de Fútbol; México, por los estudiantes desaparecidos), hasta las de alta intensidad (Nigeria, Túnez, Egipto, Libia, Yemen y un bastante largo etcétera). En el concreto caso de Venezuela, las protestas crecen a medida que lo va haciendo la escasez de ciertos productos básicos y continúan creciendo los rumores de una posible quiebra del país (que no es de los más endeudados del mundo, cabe decir). Turquía comenzó muy mal el año, con protestas masivas por la censura de internet, aunque ahora la situación allí está aparentemente más calmada. Sin embargo, no ha habido revueltas a gran escala en Argentina (si descontamos las habidas por la eliminación del país en el Mundial de Fútbol). El riesgo de un gran conflicto en Oriente Medio, que yo consideraba de probabilidad media, se ha materializado desgraciadamente y ahora tenemos al Estado Islámico en plena guerra en Irak. En el resto de países mencionados, ha habido conflictos pero no se ha producido ningún estallido. En cuanto a Occidente, el otoño ha pasado bastante tranquilo excepto por los problemas, aún anecdóticos, con Cataluña y Escocia, aunque hay una creciente conflictividad social (por ejemplo, las recurrentes manifestaciones en Bélgica). Considero esta previsión mayoritariamente cumplida.
El despertar de las regiones: Hasta la consulta del 9 de Noviembre el bodevil catalán fue por los peores derroteros, con un abierto choque de legitimidades entre el Gobierno español y el Gobierno autonómico catalán. Sin embargo, por cálculo electoral (algo en realidad previsible) las fuerzas políticas catalanas han puesto ahora mismo este conflicto al ralentí, por lo que aún no se ha fijado el calendario para las elecciones plebiscitarias y no sabemos cómo quedará el mapa político catalán. En Escocia ganó el "no", y aunque el gobierno británico ha hecho algunas concesiones todo queda más o menos donde estaba. No había ninguna previsión concreta en este capítulo, ya que sólo se indicaba la hoja de ruta de lo que al final después ha pasado.
La deriva de España: Esta previsión ha resultado ser completamente desmentida por los hechos: España ha experimentado una cierta recuperación durante este año 2014, en contraste con la atonía de la mayoría de sus socios europeos. El paro continúa elevado pero no se está acercando al 30% sino que ha disminuido ligeramente. El PIB no se ha mantenido prácticamente plano como se decía sino que según las últimas estimaciones podría crecer en torno al 1,4% en todo 2014, incluso mejorando la previsión que hacía el Gobierno hace un año. A pesar de que en la calle la mayor parte de la gente mira estos datos con suspicacia puesto que la recuperación macroeconómica no se está traduciendo en una mejora de la crisis microeconómica de tantas familias (y los salarios y pensiones siguen prácticamente congelados), lo cierto es que este malestar no se ha traducido en alharacas en las calles ni el Gobierno se siente, por lo demás, deslegitimado. Parece que una parte significativa de la sociedad española redirige sus ansias de protestas y renovación a la formación de nuevo cuño Podemos, surgida en Marzo de este mismo año y que podría llegar a ser una alternativa de Gobierno en las elecciones del año que viene. En suma, que esta previsión ha sido completamente errónea.
Cierre de este blog: El riesgo era pequeño y no se ha consumado, aunque por razones diferentes a las que yo tenía en mente estuvo a punto de tener un fin abrupto el pasado mes de Abril.
Pasemos ahora a hacer las previsiones para este año 2015. Como siempre, es necesario recordar que son meras especulaciones personales a partir de las tendencias observadas actualmente y que por tanto la probabilidad de acierto es relativamente baja.
Volatilidad del precio del petróleo: Ya hemos explicado que la actual situación de bajos precios del barril de petróleo perjudica a todos los productores, tanto países como grandes compañías. Desgraciadamente, la mayoría de los analistas (incluso los que asesoran a nuestros gobiernos) están convencidos de que en realidad lo que está pasando es una guerra comercial en la que Arabia Saudita está intentando arruinar, según la versión, a Rusia, Irán o incluso a los EE.UU. Nada más lejos de la realidad: lo que está pasando es que la demanda cae por la mala evolución económica de Europa, Japón, China, India, Brasil y Rusia. No es que la demanda haya caído mucho, sólo un 1-2%, pero en la actualidad la producción es muy inelástica y una pequeña bajada de la demanda causa una gran bajada en el precio. Se dice que la OPEP y Arabia Saudita están aumentando la producción para hundir los precios, pero en realidad, como muestra el Oil Market Report de la AIE, la producción de la OPEP ha bajado ligeramente desde Septiembre. En realidad lo que sucede es que la OPEP no está dispuesta a asumir ella sola los costes de reducir la producción lo suficiente como para que los precios vuelvan a unos valores convenientes para todos los productores; por su parte, la OPEP ha reducido su producción en la parte proporcional que le correspondería, esperando a que los demás países productores hagan lo mismo. Pero impera una gran desconfianza mutua, con lo que nadie quiere reducir su producción y a lo que asistimos es a un tira y afloja, en el que la cuerda se va tensando hasta que alguna cosa reviente. Como ahora explicaremos, hay varios efectos en marcha, unos que tienden a destruir la demanda (y empujando los precios hacia abajo) y otros que tienden a destruir la oferta (y empujar los precios hacia arriba). Estos efectos se van a ir alternando a partir de ahora, y 2015 será un año similar a 2008 y marcará lo que a partir de ahora será una tónica: grandes oscilaciones de precio del petróleo, es decir, una gran volatilidad. Durante 2015 espero que el precio se mantenga relativamente bajo durante los primeros meses para después experimentar una gran subida hacia el verano o poco después (si hay algún gran evento geopolítico esta subida se podría adelantar), para ser seguida en pocas semanas de una gran caída de precios.
Grandes conflictos internacionales: Uno de los efectos que va eventualmente a empujar los precios al alza durante 2015 y los años posteriores es el estallido de grandes conflictos en la escena internacional, algunos dentro de las fronteras de países concretos y otros entre varios países. La nómina de candidatos a sufrir revueltas o guerras es bastante extensa, y muchos de ellos son países productores de petróleo, lo cual va a reforzar la eventual subida de precios del oro negro. Los países que yo veo con mayor riesgo de conflicto serio ahora mismo son Nigeria, Venezuela, Argelia, Sudán, Yemen, Irán y Rusia. Aparte están los casos de diversos países que ya están en situación de conflicto abierto, en algunos casos muy degenerado. Es el caso de Libia, donde el recrudecimiento de su conflicto interno ha reducido su capacidad de exportación de petróleo prácticamente a cero ahora mismo y con negras perspectivas de cara al futuro. También es el caso de Egipto y Siria, que siguen moviéndose en la cuerda floja, mientras que en Irak la guerra contra el Estado Islámico desangra el país. Son tantos los países en riesgo, cuyos problemas se han agravado con la caída de su fuente principal de ingresos (el petróleo), que es de esperar que durante 2015 emerjan uno o dos conflictos armados geopolíticos nuevos, con efectos bastante inmediatos sobre el precio del petróleo.
Estallido de la burbuja del fracking: Por otro lado, la actual caída de precios del petróleo lleva a la mayoría de las empresas estadounidenses que se dedican al fracking en busca de petróleo ligero de roca compacta (Light Tight Oil, LTO) a ser completamente inviables desde el punto de vista económico: según Forbes, la compañía promedio necesita un precio de 85$ para el barril de petróleo para cubrir sus gastos (algunas noticias interesadas aseguran que las compañías son rentables con valores más bajos para el precio del petróleo, pero lo hacen no contabilizando el servicio de la deuda, lo cual es absurdo desde el punto de vista contable ya que el financiero es un gasto más a imputar). Dado que hoy mismo el petróleo WTI (el de referencia en EE.UU.) se cotiza a 53 dólares por barril, es obvio que estas compañías pierden dinero a manos llenas. Sólo con la ayuda de la Reserva Federal estadounidense y la gran banca se ha podido mantener a flote la burbuja del fracking, en un esquema que se ha basado en producir hidrocarburos de baja rentabilidad endosándole a otros países el coste real de su explotación vía la impresión de más dólares y la consiguiente exportación de la inflación creada. El problema es que la gigantesca burbuja de los hidrocarburos no convencionales (incluyendo el fracking) es bastante grande ya (yo la estimaba en medio billón de dólares) e inevitablemente reventará, y muy probablemente pasará en 2015, cuando muchas compañías de fracking no puedan devolver sus deudas. Dado el gran apalancamiento financiero de estas empresas, el estallido de la burbuja del fracking creará una crisis financiera que como mínimo tendrá un gran efecto en los EE.UU.: miren la siguiente reveladora gráfica de cómo ha evolucionado el empleo en los últimos años en los EE.UU.; la línea azul es la evolución del empleo en Texas (posiblemente el estado americano que más ha contribuido al boom del fracking) mientras que sin Texas la evolución del empleo en EE.UU. no ha sido nada brillante (línea roja; y eso que incluye varios estados donde el fracking ha triunfado).
Por tanto, el hundimiento del fracking generará una crisis económica y financiera significativa en EE.UU. Dependiendo de la importancia del fracking en el mercado de productos derivados (que es completamente opaco), esta crisis puede ser regional o global. Con el estallido de la burbuja del fracking, por tanto, se puede desencadenar una recesión global que empujaría el precio del petróleo a la baja por la caída de la demanda. Estimo que hacia principios de 2015 estallará la burbuja del fracking, y la crisis que seguirá se notará con mayor intensidad a finales de año.
2015 será el año del peak oil: Ya sabemos que en términos de energía neta la producción de todos los líquidos del petróleo está en caída desde 2010; sin embargo, la suma de volúmenes producidos (curiosa manera de hacer la contabilidad que usa la Agencia Internacional de la Energía) ha seguido creciendo hasta ahora. Sin embargo, la espiral de destrucción de oferta - destrucción de la demanda que ya hemos comenzado, agravada por los efectos que he descrito más arriba, harán que cada vez se produzca menos volumen de hidrocarburos líquidos. 2015 será, probablemente, el año en el que el volumen de hidrocarburos líquidos empezará a disminuir para nunca más volver a crecer. La caída del volumen de hidrocarburos líquidos producidos en el mundo será una consecuencia de la alta volatilidad de los precios del petróleo: invertir en petróleo se verá como algo muy arriesgado, sin rentabilidad garantizada, y eso agravará la tendencia a la desinversión que ya era evidente a principios de 2014. Los efectos más severos de esta falta de inversión se dejarán sentir hacia finales de 2016, pero a finales de 2015 será ya evidente que la producción ha disminuido. Sin embargo, la recesión rampante y la conflictividad geopolítica harán que nadie preste demasiada atención a este hito histórico.
Recesión europea: En este momento la economía del Viejo Continente languidece, con muy malas perspectivas. La bajada de precio del crudo le ofrece algo de oxígeno y en unos meses podría favorecer cierto repunte de actividad; sin embargo, lo más probable es que o bien el repunte de precios o bien la recesión causada por el desapalancamiento del fracking tras el estallido de su burbuja lleven a Europa a una recesión profunda, que será probablemente evidente hacia el verano de 2015 o poco después. Esto potenciará los movimientos sociales y el auge de nuevas opciones más radicales.
Recesión en España: El año 2014 ha sido bastante positivo para España, con una ligera recuperación económica, y el principio de 2015 seguirá la misma tónica. Sin embargo, el estallido de una nueva oleada recesiva global arrastrará a España y hacia después del verano, si no antes, será evidente que incluso aquí estamos en recesión. Hacia finales del año 2015 la bolsa habrá perdido al menos un 20% de su valor a 2 de Enero de 2015. El paro volverá a subir y se situará no muy lejos del 28%. El descontento social aumentará y favorecerá el auge de Podemos.
Vuelco electoral en España: El año 2015 promete ser el año en el que España enterrará el bipartidismo que ha regido los destinos de este país desde hace más de 3 décadas. La irrupción de Podemos anticipa que en las próximas elecciones municipales veremos una pronunciada caída del binomio PP/PSOE por otras opciones alternativas, fundamentalmente Ganemos (otra marca electoral de nuevo cuño más o menos próxima a Podemos). Pero el momento clave es el de las elecciones legislativas previstas para finales de 2015. Aquí será crítico el momento en que España vuelva a entrar en recesión. Si la recesión comienza en el primer semestre del año, la marea de descontento contra el partido actualmente en el gobierno, el PP, podría a llegar a ser tal que le concediera a Podemos una amplia mayoría, incluso la mayoría absoluta. Por el contrario, si la recesión comienza más tarde del verano, Podemos podría tener mayoría pero bastante relativa, y dependería de otras fuerzas para poder gobernar, e incluso una coalición de otros partidos podría hacerse con el gobierno. Eso sí, teniendo en cuenta como se la gastan los amos del mercado con las derivas izquierdistas de otros países (véase el caso de Grecia) Podemos podría tener que enfrentarse a una situación financiera muy desfavorable; veremos si sus líderes tienen previsto cómo hacerle frente.
Impasse en Cataluña: En el momento actual, la gran duda es sobre cuándo se convocarán las elecciones autonómicas catalanas anticipadas, que según los partidos pro independencia deberían ser consideradas como plebiscitarias (es decir, deben contar como un referéndum para saber cuánta gente es partidaria de la independencia y cuánta se opone). Dado que se ha dilatado mucho la convocatoria desde el momento álgido del 9 de Noviembre pasado (por razones que fundamentalmente benefician al partido actualmente en la Generalitat), eso ha dado tiempo a Podemos a irrumpir con fuerza también en Cataluña y ser ahora el árbitro de lo que pasará también allí. Es difícil de saber con certeza cuándo se convocarán finalmente las elecciones autonómicas catalanas, pero mi previsión es que no cambien drásticamente el panorama actual, en que ambos bandos tienen prácticamente la mitad o poco menos del electorado de su lado. Consecuentemente, el resultado más probable es que la cuestión independentista catalana se encalle, como mínimo durante 2015.
Desestabilización climática: Durante 2015 seguirá el proceso de cambio climático y los efectos locales del hemisferio norte que describíamos en 2013 en el post "Un año sin verano" y retomábamos este año en el post "Aporía". El verano de 2015 tendrá probablemente más días frescos y lluviosos de lo que es normal, sobre todo en el tercio norte de la península ibérica y más al norte de los Pirineos. También serán más probables y frecuentes los episodios de tempestades fuertes en otoño e invierno. El clima continuará su progresivo cambio hacia un entorno más hostil.
Cierre de este blog: A pesar de que los temas aquí tratados serán cada vez más incómodos no parece previsible que el año que viene se vaya a forzar el cierre de este blog. Eso sí, dados los cambios legales en España me veo obligado a ser más cuidadoso con las referencias que enlazo, y esto tarde o temprano puede acarrearme problemas.
En resumen: 2015 será un año crítico, en el que muchos de los problemas largamente aplazados pueden estallar con intensidad, y particularmente el comienzo de una crisis económica de gran intensidad a escala global, acompañada de varias nuevas guerras que afectarán a algunos países de cierto peso.