La idea que exponíamos la semana pasada de comprar futuros del VIX, o posiciones equivalentes vía CFDs u opciones, ha sido muy acertada, ya que en esta última semana los futuros del VIX han subido desde los niveles ligeramente superiores a 16 a los que empezaron el lunes hasta casi tocar los 20 puntos en la sesión del viernes 2 de enero, si bien al cierre la subida se moderó algo, hasta los 17,8 puntos en los que cerraron.
Seguiríamos manteniendo posiciones largas en el VIX ya que pensamos que a lo largo del 2015, y más concretamente en estos primeros meses del año, podemos asistir a una subida notable de la volatilidad en la renta variable.
Una volatilidad que, en lo que al Ibex 35 respecta, ya ha hecho acto de presencia en esta última parte del año 2014, tal y como se aprecia muy bien en el gráfico que hoy adjuntamos. Gráfico en el que, por los motivos que luego veremos, queremos comparar la evolución del Ibex, en rojo, y de los futuros del petróleo, en su modalidad West Texas Intermediate (WTI), en azul.
En el gráfico vemos como, hasta junio, el Ibex subió de forma más o menos constante, con algún pequeño retroceso en la segunda parte de enero y a principios de abril. Pero a partir de julio empieza una fase de altibajos, dentro de una banda muy amplia, entre los 9.750 puntos a los que llegó a mediados de octubre y los 11.000 puntos de principios de septiembre.
Lo interesante del gráfico es que muestra como hasta agosto la evolución del crudo y la del Ibex van muy parejas (básicamente subían el crudo y el Ibex) pero a partir de ahí empiezan a separarse. En concreto, vemos como entre mediados de septiembre y mediados de octubre y en la primera quincena de diciembre cae fuertemente el precio del petróleo y a la vez recorta también de forma fuerte el Ibex. Sin embargo, en otros periodos, como en noviembre o la segunda quincena de diciembre, el Ibex sube mientras el crudo cae con fuerza.
Esto nos llevaría a pensar que la presunta correlación entre la caída del precio del petróleo y la subida del Ibex no es tan obvia. La tesis dominante es que la caída del petróleo es buena para la economía española ya que la bajada de los carburantes libera recursos de las familias para el consumo, estimulando el crecimiento, y la bajada de los costes energéticos impulsa los beneficios de las empresas. Sin embargo, el Ibex no parece reflejarlo así, al menos de forma clara.
Si nos fijamos en los periodos en los que el Ibex sube al bajar los futuros del petróleo, vemos que esos periodos (noviembre y segunda quincena de diciembre) coinciden con declaraciones o comunicaciones de los Bancos Centrales anunciando mayor relajación monetaria. En noviembre Draghi impulsó a las Bolsas europeas al decir que el BCE compraría bonos soberanos aunque no hubiese unanimidad en su Consejo, y en la segunda quincena de diciembre Yellen volvió a impulsar a las Bolsas europeas al garantizar a los inversores que la Fed será "paciente" a la hora de subir los tipos de interés.
La impresión que produce una lectura del Gráfico que adjuntamos es que Ibex y petróleo se mueven, en general, en la misma dirección y que los recortes del petróleo solo dejan de afectar negativamente al Ibex cuando entran en juego las expectativas de más inyecciones monetarias levantadas por el BCE o la Fed. En ausencia de ese "efecto monetario" parece que la caída del crudo se interpreta más bien como un anticipo de debilidad económica, incluso de deflación, aunque sea bajo la modalidad de deflación "buena" que ahora parece gustar tanto a algunos "policy makers". Y parece que la deflación, aunque sea de la "buena", de la provocada por una caída del crudo, no gusta a los inversores, que la asocian con una economía menguante en un entorno de deuda creciente.
Apostaríamos por un Ibex oscilando en una banda amplia, entre los nueve mil y los once mil puntos en estos próximos meses, en los que los futuros del petróleo podrían hacer suelo en los cuarenta dólares para luego oscilar entre ese nivel y los sesenta dólares.
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GRÁFICO DE IBEX COMPARADO CON GRÁFICO DEL PETRÓLEO EL ÚLTIMO AÑO