La clave para curar a un paciente enfermo es recibir el diagnóstico correcto. Esto también es cierto para la economía. La asombrosa incapacidad de los economistas y líderes políticos para evaluar lo que está sucediendo en la mayoría de las economías y promulgar luego las medidas adecuadas, es un triste testimonio de su obstinada negativa a mirar los hechos y de su profundo apego emocional a las ideas falsas. También refleja su pereza intelectual. La situación del mundo es un desastre. Japón, Brasil, el sur de Europa y Francia están en recesión. La economía alemana está estancada. China está hasta el cuello de malos préstamos tras su borrachera de estímulos después de la crisis financiera 2008-09. Los EE.UU. están creciendo a una tasa del 3% que se ve bien sólo si se compara con todos los demás.
Recuerde, Estados Unidos está en el sexto año de una recuperación; nunca antes en su historia ha habido una recuperación de tan mala calidad tras una fuerte desaceleración económica. Los ingresos medios están aún más bajos que antes de la crisis. La tasa de participación en la fuerza de trabajo sigue siendo horrible. Además, Estados Unidos se verá perjudicado ante la contracción del resto de las grandes economías.
Aquí es donde llegamos a las "chapuzas" políticas y económicas realizadas en una escala no vista desde los años 1970 y la década de 1930, según el editor en jefe de Forbes, Steve Forbes.
- El gran error en el diagnóstico. Los banqueros centrales se quejan de la amenaza de la deflación. Sin embargo, sus propias políticas son contractivas - tan útiles como los sangrados que hacían los médicos a sus pacientes en el pasado. Lo que aqueja a la economía global no es el fracaso de los bancos centrales para inyectar el dinero suficiente; es que sus políticas constriñen el flujo de crédito a las pequeñas y nuevas empresas. Lo que estas instituciones están practicando es una forma de estatismo. Si usted quiere etiquetar duramente lo que están haciendo los bancos centrales diría que es una versión de Fascismo. La Reserva Federal ha estado abriendo su grifo de liquidez con la esperanza de que si los mercados financieros se expanden lo suficiente, los consumidores ricos gastarán más en respuesta a este "efecto riqueza", que a su vez estimularán una recuperación más amplia.
Las compras de bonos "ultra seguros" por parte de la Fed ha distorsionado los mercados de crédito. Las compañías financieras y otras empresas necesitan dichos valores para cumplir con sus obligaciones. Esta es la razón por la que ha habido una demanda insaciable de bonos corporativos, incluyendo los bonos basura. Esto ha reducido la oferta de crédito a las empresas que no son grandes y a los consumidores. Las abundantes reservas son inútiles para una economía si no se pueden aprovechar en nuevos préstamos.
- Otra forma de charlatanería económica: El dinero controla la economía. Los economistas clásicos entendieron que el dinero representa la producción de servicios y productos, de la misma manera que las notas musicales representan la música. La idea de que la manipulación del dinero puede mágicamente generar una prosperidad económica real y duradera es tan loca como creer que la manipulación del número de multas de estacionamiento en un evento influye en el número de coches que se fabrican. Después de examinar 150 devaluaciones desde 1950, el experto monetario y distinguido historiador Nathan Lewis concluyó recientemente en un estudio que las devaluaciones siempre fracasan en su propósito de lograr un crecimiento sostenido. "Cada vez que un país tiene un gran problema, un cierto grupo de economistas insiste en que todo se puede volver a hacer si el gobierno devalúa la moneda."
"Hemos estado devaluando monedas durante tanto tiempo, cientos de años, que, si esto fuera cierto, ya deberíamos habernos dado cuenta. Hace poco estuve mirando la historia de todas las más de 150 monedas del mundo desde 1950... No creo que encuentres un único país que lograra devaluarse y llegar a la prosperidad".
Sin embargo, hoy el FMI, la Fed, el BCE, el Banco de Japón, el Banco de Inglaterra y otros bancos centrales más pequeños, creen en el poder positivo de la manipulación monetaria. La experiencia no nos ha enseñado nada.
En 2012, el Banco de Inglaterra abandonó en gran medida una variación de la flexibilización cuantitativa. Hoy en día, las tasas de crecimiento británicas superan sensiblemente a las de Europa. No obstante, a pesar de esta lección, el Banco de Inglaterra sigue enamorado de la idea de que el dinero puede ser una herramienta productiva para los políticos.
La Reserva Federal cree de verdad que lo que ha hecho en los últimos cinco años ha sido un éxito, no la causa principal del estancamiento económico. La economía global está en un año difícil y las repercusiones políticas mundiales serán importantes."
Fuentes: Steve Forbes - Forbes