El petróleo ha caído más de un 60% en un año, buena noticia para los países con dependencia energética, como es el caso de España, con un ahorro de casi 10.000 millones de euros en su factura energética por salirle más barato importar hidrocarburos. Mala noticia para los países productores y exportadores, como por ejemplo Libia, Venezuela, Rusia. Es más, estos dos últimos, si ya de por sí acumulaban una fuerte deuda, imaginen con el petróleo en los niveles actuales cómo se les recortan los ingresos, toda una hecatombe.
Pero la atención ha de enfocarse en que con los precios actuales, muchos yacimientos ya no son rentables e incluso el fracking de Estados Unidos tampoco.
Y esto es lo que tiene la rivalidad, la competencia y el querer quitarse a Estados Unidos de encima, país que era importador (comprador) y ahora es exportador (vendedor). Arabia Saudí perdió ante Estados Unidos su primera posición en el ranking mundial en cuanto a productor de crudo y no quiere que la tarta se reparta entre más comensales, porque tocarían a un trozo más pequeño, de manera que hunde el precio del crudo para que el fracking de USA no sea rentable, puesto que esta técnica es cara y eso significa que con el barril de petróleo por debajo de los 50 dólares no merece la pena.
Así pues, Arabia Saudí ve amenazada su primera posición como productor de petróleo porque los americanos están cada vez importando menos, pero es que si en USA se derogase la ley que prohíbe exportar crudo a las empresas nacionales, Arabia Saudí perdería mucho dinero. Es por ello que los saudíes pretenden utilizar el precio del petróleo como arma arrojadiza con la idea de que el fracking no sea rentable ni atractivo.
¿Antecedentes? El año 1986. La producción en USA se incrementaba y Arabia Saudí provocó una fuerte caída, acabando con el crudo cayendo un 67%.
De momento, Arabia Saudí está logrando poco a poco sus objetivos, ya son varios proyectos los que se han visto abocados a echar el cierre por la falta de rentabilidad. Y el tema no tiene visos de cambiar en el corto plazo, ya que no hay mucha voluntad en recortar la producción, hecho que impulsaría al alza el precio del barril.
En líneas generales, se espera que en la segunda mitad del año pudiera haber algún repunte en el precio, pero no mucho más allá de los 68-70 dólares por barril.
En lo que se refiere al futuro petróleo (NYMEX), decir que presenta un nivel de soporte fuerte en la zona de los 34,35 dólares, de manera que si el precio llegase, podría ser una opción para buscar un rebote al alza.
En su momento escribí un artículo comentando qué mercados están correlacionados con el petróleo. Les hago un breve resumen porque es interesante:
– El Dólar canadiense (Cad) está correlacionado con el petróleo, ya que Canadá es uno de los mayores productores de petróleo a nivel mundial y destaca por sus reservas y producción de petróleo. La idea general es que si el petróleo está alcista se abren cortos (venta) en el USD/CAD, si el petróleo está bajista se abren largos (compra) en el USD/CAD.
– El Dólar norteamericano (Usd) está correlacionado con el petróleo, ya que Estados Unidos es uno de los principales consumidores de petróleo a nivel mundial y unos de los principales importadores. Además el petróleo cotiza en dólares americanos. Por regla general, existe una correlación negativa, es decir que cuando el precio del petróleo sube, el dólar estadounidense cae, y viceversa.
– La corona noruega (Nok), la idea general es que si el petróleo está alcista se abren cortos (venta) en el Usd/Nok, si el petróleo está bajista se abren largos (compra) en el Usd/Nok. El motivo de que Usd/Nok esté subiendo con tanta fuerza se debe al desplome del petróleo, ya que Noruega es el mayor exportador de crudo de toda Europa, y depende mucho del sector de la energía. Así pues, existe una correlación entre la divisa nórdica y el petróleo.