Los mercados norteamericanos continúan con su senda alcista, marcando máximos históricos no hace mucho y manteniéndose con fuerza. Veamos algunas cuestiones de la economía del país y el escenario de su mercado más emblemático, el S&P500.
La economía presenta una de cal y otra de arena. En la parte positiva, tenemos que el Producto Interno Bruto norteamericano creció a una tasa anualizada de 2,4% el pasado ejercicio, lo que supone algo más que la media de los últimos años, aunque si lo ponemos en contexto, el crecimiento en el último trimestre fue del 2,6%, bastante por debajo del 5% de los meses anteriores. La creación de empleo no agrícola fue mayor de lo esperado (257.000), con lo que ya son 12 meses creando más de 200.000 puestos de trabajo, hecho inédito desde el año 1994. La tasa de desempleo subió del 5,6% al 5,7% por el incremento del número de personas buscando empleo, es decir, la fuerza laboral aumentó. El PMI servicios sube un poco, la confianza del consumidor también marca una buena lectura, la mejor desde el verano del 2007. Se confirman los repuntes de las ventas de viviendas, así como de los permisos de construcción. Y lo más importante, que el consumo se incrementó al acabar el ejercicio alcanzando niveles no vistos en nueve años, básicamente por la mejora del empleo y el fuerte descenso en los precios del combustible.
En la parte negativa, tenemos que la productividad agrícola cayó un 1,8% cuando se esperaba que creciera un 0,5%, lo que representa la caída más pronunciada desde el año 1.998 y el PMI manufacturero que cayó de 54,5 a 53,5.
Aunque es una cuestión que tiene más incidencia y repercusión en el ámbito de las divisas, decir que el debate acerca de cuándo la Reserva Federal de los Estados Unidos comenzará a subir los tipos de interés (anclados en el 0-0,25% desde el 2008) sigue vigente. Lo que está claro es que, en cualquier caso, no sería antes del segundo semestre (el verano o en la recta final del año). Un detalle interesante es que el FOMC, en su última reunión, decidió dejar de utilizar la frase de mantener los tipos bajos durante un tiempo considerable, dando a entender que nos vamos acercando a la fecha. Así pues, pronto se pondrá punto y final a un periodo donde ha predominado el dinero barato.
En el último análisis realizado del futuro S&P500 el pasado 16 de enero, les comenté que mantiene vigente la tendencia alcista pese a los recortes últimos, que realmente son descensos en el corto plazo enmarcados en un contexto principal alcista y que para el corto plazo mientras siga por encima de los 1966 puntos no habría ninguna debilidad, siendo además el primer soporte en el camino.
Pues bien, observen que el mínimo se produjo precisamente ese mismo día (1970,25) y posteriormente el 2 de febrero (1973,75), de manera que la zona niveladora de los 1966 puntos siguió vigente, respetándose y por tanto, sin debilidad, continuando la fuerza alcista.
Si miran el gráfico, pueden ver cómo trazando niveles o retrocesos Fibonacci (desde el último mínimo relevantes al último máximo relevante), los recortes siempre se han frenado justo en el primer Fibonacci, nada más y nada menos que seis días que fue tocado y puesto a prueba este nivel, las seis ocasiones con éxito, rebotando al alza de manera fructífera.
El escenario no ha variado en absoluto, tendencia principal alcista y en el corto plazo sin la menor debilidad mientras siga el precio por encima de los 1.966 puntos.