Los mercados siguen apostando con la posibilidad de que finalmente se alcance un acuerdo entre Grecia y Europa, confían en que no agotará la fecha límite del 28 de febrero. Si impera la cordura, Syriza tendrá que rebajar sus pretensiones aunque ello ello suponga incumplir parte de su programa electoral. Y es que hay mucho en juego, pero llegado el supuesto de tener que abandonar el euro, tienen mucho más que perder que Europa.
Una de cal y otra de arena. Esta está resultando ser la actitud del Banco Central Europeo en el tema de Grecia. Primero decidió dejar de aceptar la deuda pública helena como colateral de cara a la financiación de los bancos del país. Ahora decide ampliar el dinero que se les dará a las entidades bancarias a través de la Provisión Urgente de Liquidez (ELA), concretamente sube de 60.000 a 65.000 millones de euros.
Conviene recordar que mediante el ELA se trata de suplir los medios tradicionales de financiación, máxime cuando la deuda griega no “tiene valor”. Así pues, con este mecanismo de urgencia los bancos griegos pueden seguir financiándose, eso sí, con unos intereses más elevados.
Lo que sucede es que comienzan a surgir voces que alertan de que la estrategia del Gobierno griego pasa por convertir este mecanismo en algo general, es decir, en vez de ser un medio de urgencia y ocasional para circunstancias concretas, Syriza querría que fuese un medio de financiación constante para ellos, y es aquí donde el balón pasa al BCE que será el que finalmente decida sobre esta cuestión.
La fecha del 28 de febrero cada vez se acerca más y es que llegado ese momento y sin un acuerdo entre las partes, Grecia quedaría sumida en la oscuridad y no olvidemos que el BCE también le podría retirar la financiación vía ELA.
Pero este es un asunto que hay que ir viendo día a día, se cocina a fuego lento, cada jornada nos levantamos con novedades, comentarios, algunas “propuestas”. Por el momento, la palabra Troika (Unión Europea, Banco Central Europeo, Fondo Monetarios Internacional) ha desaparecido, pasando a ser denominada “las Instituciones”. Resulta curioso que el Gobierno Griego proclame como victoria que han derrocado y hecho desaparecer a la Troika, aceptando a sentarse a dialogar, cuando en realidad sólo ha cambiado de nombre.
Como les decía, este plato se cocinará a fuego lento, de manera que hay que ir analizando día a día todas las cuestiones. Lo más importante y reciente es que Grecia ha aceptado hablar con sus acreedores para intentar buscar una salida o una solución y que Alemania sigue abierta a un acuerdo político. Pese a todo, pese a las buenas voluntades de las partes para resolver el conflicto, queda mucho camino que recorrer y será duro, el propio Dijsselbloem (presidente del Eurogrupo) lo dejó claro: “va a ser muy difícil, llevará su tiempo, así que no se hagan ilusiones todavía”.
¿Y cuáles son las posturas que hay sobre la mesa? Por un lado, Grecia quiere un programa puente que le permita hacer frente a los pagos, pero no acepta las condiciones impuestas. Es más, estaría dispuesta a una reducción de la deuda en vez de extender el programa de rescate actual. Por otro lado, el Eurogrupo que exige el cumplimiento de lo firmado y que se niega a dar más ayudas si Grecia no asume realizar más reformas.
Por cierto, esta semana escribiré un artículo explicando qué sucedería en el peor de los escenarios, si Grecia saliese del euro, cómo sería el proceso, qué ocurriría.
Pero vayamos a los mercados financieros, ¿cómo reaccionan y qué esperan? En primer lugar decir que hay otra noticia positiva, el presidente ruso Vladimir Putin comentó que se había llegado a un acuerdo para un cese del fuego en Ucrania a partir del 15 de febrero. Este hecho fue recogido por las Bolsas americanas y europeas con bastante alegría, no en vano el futuro Dax y el futuro S&P500 marcaron el viernes nuevos máximos históricos.
Pero sin quitar mérito a la noticia del alto el fuego, es también una realidad que el hecho de haber predisposición por parte de Grecia y del Eurogrupo para llegar a un acuerdo, es positivo para las Bolsas, aunque insisto, lo más difícil está por llegar y no hay nada seguro.
Veamos al que manda en Europa, el futuro Eurostoxx. Su estructura técnica principal es netamente alcista y en el corto plazo no habría ninguna debilidad mientras siga por encima de los 3.310-3.315 puntos. Por tanto, todo lo que sea por encima de esta referencia implica máxima fuerza alcista, perdiéndolo no significa que suceda nada grave, sino que podrían verse recortes de corto plazo, pero nada grave, entre otras cosas porque por encima de los 2800-2850 puntos es muy alcista y no se resentiría la tendencia principal.