La pasada semana dedicábamos nuestra sección a la Bolsa tecnológica Nasdaq y a dos de sus empresas más innovadoras, Apple y Tesla, aconsejando en ambos casos esperar recortes en la cotización de sus acciones, hasta niveles de 110 dólares y de 150 dólares, respectivamente, para entrar, aun reconociendo que ambas empresas, sobre todo Apple, están llamadas a seguir dando alegrías a los inversores dada su capacidad de innovación.
Nuestra cautela deriva de que a veces los precios suben demasiado verticalmente y lo hacen, en gran medida, movidos por la enorme liquidez que están inyectando los Bancos Centrales a los mercados, liquidez que los inversores invierten en gran medida en renta variable al ver que la renta fija de calidad ofrece un retorno cercano a cero e incluso en algunos casos, como el de los bonos del Tesoro alemán hasta cinco años, negativo.
Precisamente hoy queremos visualizar ese efecto de las inyecciones de liquidez de los Bancos Centrales en dos índices, el Eurostoxx 50 y el Nikkei, que han superado niveles importantes en las últimas semanas. El Eurostoxx volvía a recuperar la semana pasada los 3.500 puntos, nivel no visto desde 2008, antes de la quiebra de Lehman. El Nikkei por su parte ha vuelto también a superar los niveles pre Lehman al superar holgadamente los 18.000 puntos y cerrar los futuros del Nikkei el viernes pasado por encima de los 18.500 puntos.
El Gráfico que adjuntamos, que compara la evolución de los futuros del Eurostoxx y del Nikkei los seis últimos meses, muestra perfectamente como la llamada QE, es decir, la compra de bonos por los Bancos Centrales emitiendo moneda (el clásico money printing, ahora denominado "expansión cuantitativa") tiene un efecto inmediato sobre las cotizaciones, provocando fuertes ráfagas de subida. Ráfagas que se ven en el Nikkei a finales de octubre y en el Eurostoxx dos meses después, en enero.
El pasado 30 de octubre, el Banco de Japón decidió ampliar su programa de compra de bonos del Tesoro japonés desde los ya de por sí muy elevados 60 trillones de yenes anuales a 80 trillones. Lo hizo tras entrar la economía japonesa en su cuarta recesión desde el año 2008, al caer su PIB tanto en el segundo como en el tercer trimestre de 2014. Como se ve en el Gráfico la reacción de la Bolsa japonesa fue fulminante, subiendo en pocos días más de un 10%. Desde los mínimos de principios de octubre hasta los niveles de fin de octubre, el Nikkei recuperó más de un 15%, gracias a la decisión del Banco de Japón y pese a que, como decimos, la economía había entrado en su cuarta recesión.
Si avanzamos un poco más en el Gráfico y nos vamos a enero de 2015, vemos una reacción casi idéntica, pero en esta ocasión en el Eurostoxx. Las Bolsas europeas empezaron el 2015 con fuertes caídas, por los malos datos económicos, que mostraban un estancamiento de la zona euro, agravado aún más por la situación política de Grecia, cuya principal formación política, hoy ya en el Gobierno, amenazaba con romper el acuerdo de rescate de la llamada "troika" (FMI, BCE y Comisión Europea).
En ese momento Draghi y varios miembros del BCE empezaron a filtrar que el BCE aprobaría, como así lo hizo efectivamente, un amplio programa de recompra de bonos soberanos de los países miembros de la zona euro, por importe superior a un billón (trillion) de euros. La reacción de las Bolsas europeas fue fulminante, subiendo, como en el caso del Nikkei, más de un 15% desde el 8 de enero a la fecha actual.
Con tres meses de diferencia, la reacción del Eurostoxx y la del Nikkei es casi idéntica. Una fortísima subida tras el anuncio de compra de bonos por el Banco Central, pese a que en ambos casos el anuncio estaba basado, precisamente, en la mala situación de la economía.
La reacción de los mercados indica una cosa muy clara, y es que el dinero inyectado va de forma directa a los mercados de capitales, ya sean bonos o acciones. Habría otra segunda lectura, menos clara, a saber, que los inversores piensan que las compras de bonos van a reactivar el crecimiento económico. ¿Piensan realmente esto los inversores?
Francamente, es muy dudoso que lo piensen. Probablemente el argumento alcista es más sencillo. Simplemente se piensa que si va a haber más dinero y los bonos no son alternativa porque sus tipos de interés son irrisorios, la renta variable va a subir, luego cuanto antes hay que comprar para aprovechar esas subidas.
La duda final, no resuelta, es si esto conduce o no a la reactivación de la economía. En EE.UU. parece que el modelo de la Fed sí ha funcionado. En Japón la actuación del Banco de Japón todavía no ha dado frutos. ¿Los dará en la zona euro?
Esa es la incógnita, pero, a la vista del Gráfico, está muy claro el veredicto de los inversores: hay que comprar en lugar de esperar a ver la respuesta. El tiempo dirá si esta confianza ciega en la expansión monetaria cuantitativa es o no acertada, pero por ahora no cabe duda de que lo ha sido.
Le recordamos que en nuestra web www.r4.com puede usted acceder, en las mejores condiciones y en tiempo real, a la gama más amplia de activos y de mercados, incluyendo futuros, opciones, CFDs y ETFs sobre una amplísima variedad de instrumentos cotizados.
GRÁFICO COMPARADO DE LOS FUTUROS DEL NIKKEI Y DEL EUROSTOXX LOS ÚLTIMOS SEIS MESES