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YPF: Me juego por el 26!

por KBC Inversiones Hace 9 años
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26, un número extraordinario para mí, siempre que me jugué por el 26 no me arrepentí y ahora estoy a punto de hacerlo otra vez. Y últimamente el 26 me permitió shortear al euro cuando amagaba a quebrar el 1.25 para encontrarlo hoy colapsado en el rango 1.12/1.14. ¿Hay algún otro 26 en mi mira? El ADR de YPF hace rato que está coqueteando en esa zona y así como hace más de un año me preguntaba si YPF en 20 era cara o barata me pregunto hoy: ¿no habrá que cerrar los ojos y jugarse entero por un 26 que puede quebrar en cualquier momento acompañando el estrepitoso rally de los ADRs argentinos? Y por ahí con la suerte adicional de un petróleo que se estabilice entrando al segundo semestre del año, recordemos que el viernes pasado el papel cerró en 25.69. Digo esto con todo respeto dado que este papel me viene dejando en camilla desde fines del año pasado pero el rezago con otros ADRs argentinos es a esta altura enorme. Una mínima noticia y podemos verlo en Júpiter haciendo un agresivo catch-up. Yo pondría un fichita en un long YPF quebrando ese nivel, ME JUEGO POR EL 26!, me encanta el 26! Y los traders somos muy cabaleros. En algún momento del 2015 tengo la sensación de que habrá que considerar seriamente armar una posición long energía global como trade de mediano plazo y como digo siempre: los trades ganadores se hacen cuando duelen aunque el 26 a mí no me duele, es mi número de la buena surte. LONG 26! y me lo banco!

Vamos a mercados internacionales, un embole eterno. En estos últimos meses, el dólar americano ha preservado una tendencia que venimos viendo desde hace meses: su clara fortaleza relativa contra casi todas las monedas del mundo. Siempre me gustó tradear al yen japonés y desde hace mucho tiempo tengo la costumbre de mirarlo cotidianamente dado que es un reflejo elocuente de lo que acontece con el dólar a nivel mundial: generalmente el yen se mueve en forma contracíclica contra el dólar americano en especial durante este periodo donde compitieron como monedas de fondeo. Para ubicarnos en perspectiva: el Yen arranca la crisis aproximadamente en junio 2007 en 125 yenes por dólar, en el punto más dovish de la Fed alcanza niveles ridículos de 75 exacerbado por el tsunami de Japón y desde ahí ha tenido una renovada depreciación imparable hacia los casi 120 yenes por dólar de la actualidad y esto no terminó aquí probablemente.

El yen es un claro reflejo de lo que acontece en una amplia gama de precios relativos: el dólar está volviendo y con él ha comenzado una tendencia de reversión de precios relativos hacia los niveles de junio 2007 incluso superándolos en algunos cruces de monedas. La buena noticia es que la Fed está totalmente comprometida a que dicha reversión sea en absoluta cámara lenta a pesar de la potencial amenaza en la parte corta de la curva de USA que enfrentará el 2015. Lo interesante de este incipiente y a la vez irreversible ciclo de apreciación del dólar es que el mismo, a diferencia de otros ciclos de apreciación, se realiza ante una curva de yields anestesiada intencionalmente por la Fed o sea, será una apreciación sin empinamiento agresivo en la curva de yields. Este escenario de apreciación con yields freezadas resulta porque actualmente USA, Japón y Europa, están todos embarcados en un claro ciclo de política monetaria acomodativa y ultra dovish. Sin embargo USA en este aspecto está muy por encima del ciclo de Japón y Europa, convirtiéndolo entonces en el “hawkish” de la película.

Actualmente queda claro que Estados Unidos está en un punto más avanzado del ciclo monetario relativo a Japón y Europa. Mientras USA muy de a poco intenta disminuir su paquete de estímulo monetario, Japón y ahora Europa están totalmente inmersos en una lucha sin tregua contra el desempleo y la deflación, hace poco tiempo recién que ambos se han dado cuenta de la clara guerra de monedas que planteó la Fed desde el inicio de esta crisis. Así como por el 2009 un ECB relativamente menos dovish terminaba siendo el hawk de la película, ahora estamos en la fase exactamente contraria: una Fed dovish pero fuera de QEIII versus un ECB que finalmente comenzó su propio QE. Estamos en presencia de una vieja película iniciada en 2007/2008 pero con los actores cambiando de rol: QE en Japón y Europa versus la finalización de QE en USA. Esto claramente convierte al dólar en la moneda relativa hawkish versus las otras dos y esto plantea una clara tendencia de fortaleza del dólar a mediano plazo con fuertes consecuencia en precios relativos y por ejemplo en monedas de emergentes que hace tiempo vienen absorbiendo una clara tendencia devaluatoria.

Hace tiempo ya el mercado se está haciendo a la idea de cómo será transitar los próximos años en un entorno reflacionante pero al mismo tiempo con fortaleza del dólar y con una parte larga de la curva de yields americana que la Fed intentará mantener muy deprimida todavía en el futuro cercano. La reflación claramente está para quedarse pero cambió la moneda, el dólar está para fortalecerse pero con su propia curva de yields adormecida o sea: un cambio de precios relativos bastante heterodoxo y quizá único en la historia.

Germán Fermo, Ph.D.
Director, MacroFinance
Director, Maestría en Finanzas UTDT

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