A corto plazo la sobrecompra acumulada obliga a un descanso en forma de corto recorte técnico o de largo desplazamiento lateral. A medio plazo la tendencia es alcista por la política monetaria ultra-expansiva de los bancos centrales (BCE, Fed, BoJ, etc.) y lo más probable es que este mercado alcista se prolongue durante mucho tiempo.
Las Bolsas se mueven actualmente por dos factores: el empuje alcista del QE del BCE y el efecto bajista de Grecia. El resto de factores prácticamente han desaparecido del mercado, excepto un factor técnico: las resistencias clave a las que han llegado muchos índices. Falta volumen para superarlos, incluso las manos fuertes están dubitativas ante estas resistencias, y la sobrecompra es un problema, pero es difícil que haya correcciones fuertes teniendo en cuenta el QE del BCE. Antes se decía que cuando no había noticias ni datos nuevos, la Bolsa bajaba pues siempre había quien necesitaba vender. Ahora con el QE del BCE, pasa lo contrario, cuando no hay nada nuevo, la Bolsa sube pues siempre hay alguien con exceso de liquidez que necesita comprar. Además, por el QE, el euro cae frente al dólar a mínimos de 2003, camino de la paridad, lo que está provocando una divergencia entre Europa y Wall Street, pues mientras la primera sigue subiendo, la segunda empieza a corregir.
El Ibex 35 tiene un soporte en el gap de apertura alcista dejado el lunes de la semana pasada, en los 10.880-11.000 puntos. Por arriba, los 11.250 puntos, sus máximos del mes de junio, es una resistencia clave. Esta semana la ha tocado y ha retrocedido ante una avalancha de papel. Normal, es una resistencia significativa y debería costarle superarla definitivamente.