De cara a esta próxima semana, las citas macroeconómicas serán múltiples. En Estados Unidos, la referencia por excelencia serán los datos de empleo, con las nóminas no agrícolas de marzo (previsto para el Viernes Santo pero que probablemente adelantarán al jueves) y la encuesta ADP de empleo privado del mismo mes (miércoles), en ambos casos con creación de puestos de trabajo en torno a los 240.000 estimados.
Otros datos a tener en cuenta serán el ISM manufacturero y la confianza consumidora de marzo (que deberían mantenerse en niveles elevados), y el deflactor de consumo privado subyacente de febrero (medida de inflación preferida de la FED, que se mantendrá contenida).
Asimismo, contaremos con cifras del sector inmobiliario (ventas pendientes de viviendas de febrero y precios CaseShiller 20 ciudades de enero) y la balanza comercial de febrero. En Europa, la atención se centrará en los datos preliminares de marzo de precios con el estimador del IPC (general y subyacente) en la Eurozona, y el IPC en Alemania y España. Cifras que deberían confirmar que lo peor en términos desinflacionistas quedó atrás en enero.
Por otro lado, se conocerán los PMIs manufactureros finales de marzo, y del mismo mes datos de confianza en la Eurozona. En China, veremos lo que muestran los PMIs oficiales de marzo manufacturero y de servicios, mientras que el PMI manufacturero final elaborado por el HSBC podría confirmar el dato preliminar en 49,2, además de publicarse el PMI de servicios HSBC. Esperamos que todos ellos confirmen la idea de “aterrizaje suave” del gigante asiático.