¡Para nada! En nuestra opinión, naturalmente.
Pero, sí es cierto que como también puede ocurrir en otros mercados, veamos una cierta consolidación de niveles a muy corto plazo. ¿Esperando qué? Se lo preguntaremos a los bancos centrales, aunque me temo que pocas serán las respuestas que coincidan en el diagnóstico. De forma que tampoco esperamos muchas decisiones nuevas sobre la orientación actual de la política monetaria.
Pero, esto no cambia los argumentos a favor de una moneda (la norteamericana) más fuerte en los próximos meses. Especialmente frente al resto de las monedas desarrolladas, aunque también frente a muchas monedas en desarrollo.
¿Argumentos? Normalización monetaria y mejora económica. En el resto, pesarán las dudas económicas y la expansión monetaria.