Predecir las grandes caídas de los mercados es un asunto muy difícil, muchos dirían imposible. Si hay suficientes inversores que creen que se aproxima un cataclismo, sus ventas provocarán que ocurra antes - una dinámica que dejaría obsoleto cualquier método de pronóstico convincente. Sin embargo, un par de físicos - inspirándose en el mercado del bitcoin - podrían haber encontrado una respuesta. Jonathan Donier y Jean-Philippe Bouchaud, los cuales trabajan en el hedge fund parisino Capital Management Fund, partían de una idea obvia: Sería fácil prever grandes crash de mercado si se pudieran controlar los pensamientos y expectativas de todos los inversores reales. Con ese tipo de conocimiento sobrehumano, usted podría conocer de antemano los desequilibrios entre pesimistas y optimistas, entre probables vendedores y compradores emergentes. Tales desequilibrios establecen las bases de un crash - en concreto, cuando el número de compradores potenciales llega a ser extremadamente pequeño.
Por supuesto, nadie tiene acceso a dicha información mental. Sin embargo, Donier y Bouchaud, como recoge Mark Buchanan en un artículo en Bloomberg, encontraron una forma inteligente de estimarla, y usando sólo los datos disponibles públicamente.
"Analizaron el mercado bitcoin porque tiene una característica única, tal vez relacionada con el hecho de que todavía es bastante joven y exótico: Los traders sitúan con antelación sus órdenes de compra y venta y las dejan allí para que todos las vean. Por supuesto, el panorama cambia constantemente ya que los movimientos de precios provocan que los traders introduzcan nuevas órdenes. Aún así, las órdenes son visibles en cualquier momento y hacen posible predecir desplomes.
En un artículo reciente, Donier y Bouchaud encontraron que el mercado es propenso a desplomarse específicamente cuando las órdenes de compra son escasas, y estimaron el movimiento del precio que puede provocar una orden de venta de tamaño típico cuando se combina con tales órdenes de compra. Usando este método, fueron capaces de predecir el tamaño de las 14 grandes caídas diarias del bitcoin entre enero y abril de 2013 con un alto grado de precisión.
La mayoría de los mercados no son como el bitcoin. Los participantes no hacen pedidos con suficiente antelación. En lugar de ello, los traders publican y cancelan órdenes con mucha más frecuencia, intentando ocultar sus verdaderas intenciones, que se hacen evidentes sólo cuando los precios comienzan a moverse.
Para hacer frente a la falta de transparencia, Donier y Bouchaud emplearon un análisis matemático mucho más sofisticado para estimar el tamaño probable de un movimiento de precios a la baja debido a una escasez de órdenes de compra. El resultado exacto es muy técnico. Pero, como señalan, resulta ser casi idéntico a una fórmula mucho más simple - la volatilidad del mercado dividida por la raíz cuadrada del volumen de operaciones - que puede calcularse únicamente a partir de datos públicos. Si tienen razón, esta medida por sí sola debería predecir grandes movimientos del mercado.
¿Funcionará? Ya veremos. Bouchaud y algunos otros físicos propusieron la fórmula hace un par de años, y algunas pruebas preliminares de los economistas sobre los datos de las cinco caídas históricas de los mercados - incluyendo la crisis de 1929 y el flash crash del 6 de mayo de 2010 - sugieren que resultados prometedores. Se necesitará mucho más tiempo y más investigación, para aclarar las condiciones en las que debemos o no, confiar en este indicador.
Lo que no es sorprendente es que la capacidad de predicción viene de los desequilibrios de trading emergentes, en especial el agotamiento de las órdenes de compra. Este enfoque no es el abracadabra de los chartistas que identifican patrones extraños analizando los anteriores movimientos de los precios. Tampoco predice el momento exacto de un crash, que se determina por factores más o menos aleatorios, como una coincidencia casual de las ventas que - en las condiciones adecuadas - desencadena una avalancha mayor.
Ahora bien, podemos asumir que si la fórmula llega a funcionar los mercados se adaptarán y la dejarán obsoleta. Donier y Bouchaud no lo creen. Esta sencilla fórmula, señalan, refleja la mecánica fundamental del comportamiento del mercado que mantendrá su valor predictivo incluso si todo el mundo consigue entenderla. Los movimientos del mercado, en este sentido, podrían no ser tan impredecibles como nos han hecho pensar."
Fuentes: Mark Buchanan